El cambio climático ya no es una advertencia: en Quintana Roo lo vivimos todos los días. El calor extremo, los huracanes cada vez más fuertes, la erosión de playas y la presión sobre nuestros acuíferos confirman que estamos ante una crisis que afecta directamente nuestra vida, nuestra economía y nuestro futuro.
En este contexto, esta semana México inscribió oficialmente su NDC 3.0 —el nuevo compromiso climático del país— ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Este documento integra la visión de los Gobiernos subnacionales. Desde la Asociación Nacional de Autoridades Ambientales Estatales (ANAAE), la cual tengo el honor de presidir, participamos activamente para que las realidades y vulnerabilidades de territorios como el nuestro quedarán reflejadas.
Además, como parte de delegación mexicana y como Presidente de la ANAAE, tendré el honor de participar en la presentación de la actualización de este NDC 3.0 de México ante la COP30, demostrando que la participación de los gobiernos subnacionales es parte de esta actualización de la agenda climática nacional.
Tres decisiones globales que impactan directamente a Quintana Roo
La COP30 —la cumbre mundial en la que los países acuerdan acciones contra la crisis climática— es determinante para nosotros. Este año se concentrará en tres objetivos clave:
Quintana Roo aporta su fuerza ambiental a través de selvas, manglares, humedales y arrecifes. Protegerlos significa contribuir al clima global y cuidar nuestro motor económico.
Somos uno de los estados más vulnerables del país. Adaptarnos implica mejorar el ordenamiento territorial, restaurar ecosistemas, fortalecer infraestructura y preparar a nuestras comunidades ante riesgos cada vez más frecuentes.
La resiliencia requiere recursos reales. La COP30 será decisiva para que México y los estados accedan a fondos internacionales que permitan convertir proyectos ambientales en beneficios concretos para nuestra gente.
Adaptarnos no es una promesa: es una necesidad urgente
México avanza en su Plan Nacional de Adaptación, donde los estados estamos colaborando para impulsar soluciones basadas en la naturaleza que ya están dando resultados: manglares que protegen, humedales que regulan inundaciones y selvas que capturan carbono.
Para Quintana Roo, adaptarse es proteger nuestro patrimonio natural, sostener nuestra economía y garantizar el bienestar de las familias.
La COP30 es una oportunidad para que nuestro estado fortalezca su liderazgo ambiental, acceda a recursos internacionales y consolide una ruta real de resiliencia y desarrollo sostenible.