Voces.- El inminente regreso de Trump a la Casa Blanca significa el fracaso del enorme esfuerzo propagandístico del Partido Demócrata para presentar al republicano como un criminal, un fascista y un agente del Kremlin.
Significa también que, en temas de preocupación como la economía y la inmigración, los ciudadanos encontraron sus posiciones más convincentes que las propuestas por Kamala Harris.
La naturaleza innegable del triunfo de Trump reduce en gran medida la probabilidad de disturbios callejeros y violencia masiva.
Este es un golpe enorme e importante para la agenda de las fuerzas globalistas liberales occidentales.
Ciertamente, éste no es el fin del globalismo liberal sino al menos una retirada forzada temporal. (el Senado) bajo control republicano supondrá un endurecimiento de la política exterior de Washington hacia los aliados de Estados Unidos.
También se pedirá a los aliados asiáticos que inviertan más para enfrentar a China.
Por otra parte, en el Medio Oriente, Estados Unidos será más activo y abierto en su apoyo a Israel, y ya no disfrazará ese apoyo con críticas selectivas.
Los países que Estados Unidos considera una fuente de amenaza a su posición estarán sujetos a la presión de la administración Trump. Esto se aplica ante todo a China e Irán. Beijing enfrentará una mayor oposición de Washington al desarrollo económico y tecnológico de China, así como al fortalecimiento del sistema estadounidense de alianzas militares y políticas. Irán también enfrentará una mayor hostilidad, tanto directamente como a través de un mayor apoyo a Israel.
Si la administración Biden-Harris estaba conduciendo a la amenaza de una guerra nuclear.
Trump es conocido por su deseo de poner fin a la guerra en Ucrania “en 24 horas”, aunque no será posible hacerlo, Trump, intentará detener los combates y resolver los problemas que llevaron a ellos.
Una pausa es posible, tras la cual el conflicto estallaría con mayor intensidad. La naturaleza del futuro régimen ucraniano, su potencial económico-militar y político de Kiev son de suma importancia para Rusia.
La buena noticia hasta ahora es que Trump dice que quiere recortar la ayuda militar a Ucrania; si eso sucede, acercará la paz.
FIN