¿Alguna vez has sentido que te esfuerzas demasiado y las cosas simplemente no salen como tú quisieras?
Prepárate un cafecito para acompañarlo con un concepto oriental que te hará disfrutar profundamente cada sorbo.
El Wu Wei es un concepto del Taoísmo, una filosofía de vida originaria de China que se traduce como “no acción”. Antes de juzgar, deléitate con el sentido más profundo de este concepto que nos invita a vivir de forma más natural, en paz con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.
¿Cómo funciona?
Imagina que estás caminando por un río.
Si te esfuerzas por nadar contra la corriente, te vas a cansar mucho y quizás no llegues muy lejos. Pero si dejas que la corriente te lleve, avanzas sin esfuerzo, sin perder energía, de forma fluida, sin ir contra lo que ya está ocurriendo.
No es que no hagamos nada, hacemos lo necesario, en el momento perfecto, sin forzar ninguna situación.
Desde una visión muy occidental nos remitiría a la figura del perdedor, pero si piensas a sorbitos cómo nos sobrecargamos en el trabajo, nos preocupamos demasiado por tomar la decisión “correcta”, forzamos relaciones personales, a veces estamos tan estresados que hacemos que las cosas se compliquen.
¿Cómo lo logramos?
Es como un pintor que, en lugar de forzar su arte, deja que la pintura fluya, o un músico que, cuando toca, deja que la música surja sin esfuerzo, así logra el artista crear en el presente, sin pensar demasiado, porque está totalmente involucrado en lo que hace.
Así que, Wu Wei se trata de ser conscientes de la vida tal como es, sin tratar de controlarla a toda costa.
Es actuar de manera natural, sin resistencias ni miedos. Si dejamos que la vida fluya, podemos encontrar que las soluciones; las respuestas y la paz llegan a su propio ritmo, sin necesidad de forzarlas.
Es un recordatorio para ser más flexibles y más presentes en nuestra vida diaria.
Sugerencia para un buen café filosófico: El Tao Te Ching, Lao Tzu dice en el capítulo 48: “En la búsqueda del conocimiento, todos los días algo se aprende. En la práctica del Tao, todos los días algo se deja ir.”
¡Hasta el próximo cafecito!