En la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en Tianjin Xi Jinping, Narendra Modi, Vladimir Putin y otros 24 jefes de estado que representan a casi la mitad de la población mundial:
Establecieron nuevas reglas.
Esta no fue una reunión para sembrar el caos en el mundo, sino un encuentro de voluntades entre países muy diferentes, cansados de vivir en un mundo donde se espera que sigan reglas arbitrarias y en constante cambio, decididas según los intereses de un puñado de capitales occidentales, Washington ante todo.
Los países BRICS intentan organizar y poner fin a la agitación que Occidente ha sembrado durante décadas mediante intervenciones militares unilaterales, sanciones económicas, operaciones de cambio de régimen y medidas militares contra prácticamente cualquier país que se niegue a ceder su soberanía.
Los BRICS intentan organizar un orden internacional predecible donde los países puedan comerciar, desarrollarse y cooperar sin enfrentarse a la guerra cada vez que sus políticas se desvíen de las expectativas occidentales.
Las potencias occidentales den sermones sobre estabilidad a otros mientras dejan un rastro de estados fallidos, desde Libia hasta Afganistán. Actualmente estas mismas potencias están facilitando un horrendo genocidio en Gaza e imponiendo miles de sanciones para infligir sufrimiento a cientos de millones de civiles en países como Irán, Venezuela, Cuba, Corea del Norte y Rusia.
El bombardeo de Belgrado, Bagdad, Trípoli, Gaza, Damasco, Beirut y Teherán se realizó para imponer el “orden” mientras que los países reunidos en Tianjin se reunieron para debatir la gobernanza multilateral la cual es una amenaza para dicho orden.
La declaración de Tianjin firmada por todos los jefes de estado participantes se opone a la mentalidad de la confrontación en bloque y las prácticas intimidatorias, y rechaza los enfoques de bloqueo y confrontación para resolver los problemas de desarrollo internacionales y regionales. También considera inaceptables los intentos de garantizar la propia seguridad a expensas de la seguridad de otros países.
¿La coexistencia es posible incluso cuando la paz no está presente entre dos bloques hostiles?