Por Alfredo Rodríguez
Cancún está en riesgo, y los culpables son los mismos que deberían cuidarlo.
No son los gobernantes, aunque su omisión los hace copartícipes de la crisis turística, al no poner orden a taxistas, prestadores de servicios y hasta a los agentes del Instituto Nacional de Migración.
Los abusos de taxistas están más que documentados, para nadie es un secreto los del Sindicato Andrés Quintana Roo o los piratas y los legales del Aeropuerto de Cancún abusan, en dólares y en pesos, de viajeros extranjeros y nacionales, con precios prohibitivos y abusivos.
El colmo es que ahora, en su afán por no reconocer su pésimo servicio, unidades inservibles y malas prácticas, consentidas y defendidas por su líder y flamante diputado, Rubén Carrillo, arman emboscadas para entregar a los taxis de plataformas al Imoveqroo.
Por más que Carrillo lo niegue, ubers, didis e indrives de Cancún tienen identificados a taxistas que simulan ser clientes, solo para llevarlos a los retenes de Movilidad.
Ahí está Rosita Candy Serralta, quien estaría en la Secretaría del Trabajo del Sindicato Andrés Quintana Roo, y quien por más que Carrillo lo niegue, hay fotos que la comprometen.
Aun así, los choferes de plataforma, les guste o no, deben cumplir lo que dice la Ley y sacar sus permisos, por más excesivo que parezca, y por más que el gobierno no la aplique, irónicamente, a “sus” propios taxistas. A ver qué dice Rodrigo Alcázar.
¿Y el Aeropuerto?
ASUR también se suma al boicot de Cancún, además de Uber, a quienes prohibió la entrada a la terminal a subir pasaje, una promotora turística denunció lo que consideró un intento de extorsión.
Y es que resulta que si eres extranjero, y se te ocurre entrar a México son tu laptop y tu tableta, algo muy común, sobre todo en personas de negocios, estás “excediendo” el límite de artículos permitidos libre de impuestos y tienes que pagar.
Tammy Levent, promotora turística, exhibió su queja por abusos de Migración en la terminal, y hasta reveló que le querían cobras impuesto por unos reconocimientos que daría en el evento en el que participaría.
Sobra recordar las quejas de brasileños y colombianos, entre otros, que padecen los malos tratos de Migración en el Aeropuerto de Cancún.
La factura puede ser muy cara, y por lo pronto, esos escándalos tiraron 8% el turismo de verano, y destinos como Los Cabos y Vallarta ya superaron a la Riviera Maya.