El comandante en jefe ucraniano, general Syrksi, parece haberse rendido. Sus recientes comentarios sugieren que ya no ve ninguna manera de ganar la guerra. Ahora sólo está esperando que los políticos lo admitan.
El ejército ucraniano comenzó recientemente a transferir miles de soldados del servicio de defensa aérea y personal logístico a la infantería.
Syrski justifica esta medida como la única manera de mantener un número suficiente de hombres en las trincheras de primera línea:
“Necesitamos personal en el frente. Desafortunadamente, el número de soldados recién movilizados es menor que el número de pérdidas.
Pero con el tiempo se destruirán la funcionalidad básica del ejército. Los comandantes fueron sobornados para permitir que sus soldados sirvieran detrás de las líneas del frente. Otros han desertado, las defensas aéreas no podrán defenderse”.
Syrski entiende las palabras dichas por Biden en su tiempo, Que declaro: “Defender el país no ganará la guerra”.
Así lo afirmó en radio el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Aleksandr Syrsky.
Apoyar a Ucrania “hasta que sea necesario” siempre fue el discurso de los aliados de Ucrania, nunca hablaron de ganar la guerra, solo el presidente ucraniano Zelensky dijo: “Ganar o morir”, habrá matado a miles de sus conciudadanos, la historia lo juzgará. Porque desde el principio había una manera de detener esta masacre. La idea de que defender a Ucrania contra Rusia no es lo mismo que derrotar a Rusia.
Ahora hay esperanza de que la nueva administración de Trump ponga fin a esta guerra. Todos nosotros sabíamos, que las declaraciones de Trump de poner fin en 24 horas a esta guerra era imposible, Putin no lo habría permitido, hay que recordar que en este juego es Putin que tienen la mano, no Trump.
El peligro seria de proceder de otra manera.
Si no tenemos cuidado, esto se convertirá en el Vietnam de Trump. Pero, como en Vietnam, no podrán cambiar el resultado inevitable.
Conocíamos el ganador de antemano.
Mientras la sangre se derrama.
Trump debería admitir que Rusia ganó la guerra, retirar todo apoyo a Ucrania, obligar a los europeos a dar marcha atrás y lavarse las manos del resultado de la guerra.