En Quintana Roo, la convivencia entre padres e hijos es un derecho humano fundamental, especialmente en casos de separación o divorcio.
Este vínculo esencial está protegido por la Constitución, tratados internacionales y el Código Civil del Estado, con el objetivo de salvaguardar el desarrollo emocional y psicológico del menor.
¿Qué es el Cecofam?
Es el Centro de Convivencia Familiar, está creado para poder crear un espacio seguro para realizar las convivencias entre padres e hijos, pero también se pueden realizar estudios psicológicos a las personas sujetas a la convivencia.
También se establece entrega y recepción de los menores, para poder vigilar la correcta entrega de los mismos, así como realizar visitas dentro de las instalaciones.
La intervención del Cecofam se realiza mediante orden judicial, interponiendo la demanda de controversias de orden familiar.
¿De quién es el derecho de convivencia?
Se ha determinado que este derecho no pertenece al padre o madre, sino al menor.
Su restricción injustificada puede considerarse violencia familiar, vicaria o alienación parental, según el caso y se pueden imponer sanciones, modificar la custodia o solicitar intervención del DIF Estatal si se detecta obstrucción sistemática.
El acompañamiento activo de ambos padres impacta positivamente en la salud emocional de los menores, por lo que la ausencia prolongada de uno de los padres puede generar afectaciones emocionales, sociales y conductuales en la infancia, que pueden reflejarse en la adultez.
Este derecho puede exigirse legalmente y adaptarse según edad y contexto del menor.
En la Península de Yucatán, donde persiste una mayor identificación con la familia materna, es necesario visibilizar también el rol del padre, esta situación poco mencionada también influye de cierto modo a la cercanía tanto con los hijos, como con los nietos, los abuelos son más cercanos a los hijos de sus hijas que de sus hijos, porque existe un lazo desde la maternidad, siendo muy poco común generar un lazo desde la paternidad, por lo que debe fomentarse aún más.
Garantizar esta convivencia es un compromiso legal y social con la niñez y el futuro de Quintana Roo.