A pesar de que en numerosas ocasiones se comparó a él mismo con un fiero e implacable león (el que lo siga en Twitter no me dejará mentir), el gobernador Roberto Borge Angulo ya se asemeja más a un tigre. Y es que el mandatario ha sido objeto de una serie de incriminaciones que lo han dejado tan rayado (¿o tachado?) como esta especie de felino.
“Una raya más al tigre” dice la famosa frase; sin embargo, en esta ocasión se trata de un “rayón”, puesto que no fue un medio local ni nacional el que lo dejó exhibido nuevamente, sino la cadena internacional CNN, en alianza con la prestigiada revista mexicana Expansión.
Con el editorial “El despojo de Quintana Roo debe ir a juicio” y el posterior artículo “Los piratas de Borge”, la coyuntura informativa CNN-Expansión dejó al descubierto una red de saqueo de bienes que ha acontecido durante la administración de Borge Angulo, la cual ha significado para ejidatarios y empresarios del sector hotelero la pérdida de su patrimonio de la forma más ruin y –ahí sí- leonina posible.
Para no hacer la “epopeya” larga, el portal informativo expone una maquinaria institucional en la que funcionarios públicos y notarios se las ingenian muy bien –ya que cuentan con respaldo legal- para que falsos ex empleados de “x” empresa interpongan demandas laborales en Juntas de Conciliación y Arbitraje por despido injustificado.
Con sueldos de 753 mil 234 pesos, que –como diría el Mesías de Macuspana- no los gana ni Obama (que es cierto, puesto que siendo el mandatario mejor pagado del mundo, gana un equivalente a 509 mil pesos mensuales), los supuestos ex empleados son compensados con los predios o inmuebles del propietario, no pudiendo estos garantizar el pago de 200 millones de pesos que se les exigen.
Posteriormente, estos son vendidos a mitad de precio y la ganancia de la transacción es dividida entre los involucrados.
Mientras tanto, la XV Legislatura –de mayoría priísta- aprobó todas las cuentas públicas del Ejercicio Fiscal 2015 y tomó protesta a los tres magistrados que conformarán el Tribunal de Justicia Administrativa, mismo que –a decir de la ciudadanía y legisladores del PAN y PRD- servirá para parchar las grietas que le vayan saliendo al barco con el que Borge Angulo pretende escapar de forma segura al terminar su mandato.
Por su parte, el gobernador electo, Carlos Joaquín González, ya condenó los hechos y hasta llamó “traicioneros” a los legisladores que dieron su “palomazo” para que se cosechara la culminación de la llamada “Ley Borge”.
Habrá, sin duda, que replantear las estrategias; ahora para revertir lo concretado.
