Que la Presidenta Claudia Sheinbaum haya sido reconocida entre las mujeres más poderosas del mundo no es una anécdota ni un logro individual aislado. Es la confirmación de que México vive un momento histórico donde el liderazgo, la capacidad y la convicción política están alineadas con un proyecto de nación que pone al pueblo en el centro.
Este reconocimiento internacional no surge del poder económico ni de intereses corporativos; surge de una forma distinta de gobernar. Claudia Sheinbaum representa un liderazgo firme, preparado y profundamente humano, que ha sabido conducir al país con estabilidad, visión social y responsabilidad histórica. Su fuerza no está en el autoritarismo, sino en la legitimidad que le dio el pueblo y en los resultados que hoy son visibles.
Desde Quintana Roo, este momento se vive con orgullo y con claridad política. Tener a una mujer al frente del país, con autoridad moral y reconocimiento global, fortalece la voz de México en el mundo y demuestra que la Cuarta Transformación no solo es un proyecto nacional, sino un referente internacional de gobernanza con justicia social.
Para quienes formamos parte de este movimiento, este reconocimiento también es una responsabilidad. Significa redoblar el trabajo desde lo local, desde los estados y desde el Congreso, para acompañar una Presidencia que ha colocado temas como el bienestar, la igualdad, la ciencia, el desarrollo sostenible y la paz social como ejes de gobierno.
En Quintana Roo, bajo el liderazgo de la Gobernadora Mara Lezama, compartimos esa misma visión: un gobierno humanista, cercano y con corazón social. Hoy la transformación tiene rostro de mujer, tiene convicción y tiene rumbo. No es casualidad que el liderazgo femenino esté marcando una nueva etapa de la vida pública del país.
Este reconocimiento mundial también envía un mensaje poderoso a las niñas y jóvenes de México: sí se puede gobernar con preparación, con ética y con sensibilidad social; sí se puede romper techos de cristal sin renunciar a los principios; sí se puede ejercer el poder con responsabilidad y sin alejarse del pueblo.
La Cuarta Transformación entra a una nueva etapa con liderazgo sólido y con respaldo popular. Desde Quintana Roo acompañamos este momento histórico con convicción y con compromiso, porque sabemos que cuando el país avanza con rumbo, los estados también avanzan.