Esto tras el reporte de los Estados Unidos donde se señala que fue el hijo de “El Chapo” entregó a “El Mayo” Zambada.
CIUDAD DE MÉXICO.- La Fiscalía General de la República (FGR) ha iniciado una investigación contra Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y otros implicados, por presunta traición a la patria. La acusación surge tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, quien según las denuncias fue entregado a las autoridades estadounidenses por Guzmán López.
El 26 de julio, la FGR abrió la carpeta de investigación SON/HSO/0001/882/2024, en la que se investigan delitos como vuelo ilícito, uso ilícito de instalaciones aéreas, violación a la legislación migratoria y aduanera, secuestro y traición a la patria. La traición a la patria, conforme al artículo 123 del Código Penal Federal, incluye la privación ilegal de la libertad de una persona en territorio nacional para entregarla a autoridades extranjeras.
El caso tomó un giro significativo el pasado 10 de agosto cuando el abogado Frank Pérez reveló una carta de El Mayo Zambada. En la misiva, Zambada alegó que fue secuestrado en México por el hijo de El Chapo Guzmán y llevado contra su voluntad a Estados Unidos. Además, Zambada afirmó que durante su secuestro, Héctor Cuén Ojeda, ex diputado federal y ex alcalde de Culiacán, fue asesinado en el mismo lugar donde él fue retenido.
El caso ha cobrado aún más relevancia tras las declaraciones del embajador estadounidense, Ken Salazar, quien confirmó que El Mayo Zambada fue llevado a territorio estadounidense en contra de su voluntad, presuntamente como resultado de un acuerdo entre Guzmán López y las autoridades estadounidenses.
En respuesta, la FGR solicitó información al gobernador de Sinaloa y pidió a la Fiscalía estatal que deje en manos federales la investigación del asesinato de Héctor Cuén, ya que podría estar vinculado con la captura y entrega de Zambada.
Este complejo entramado de traiciones y acuerdos entre líderes del narcotráfico y autoridades extranjeras pone en el centro de la escena una investigación que podría tener profundas repercusiones para las relaciones bilaterales entre México y Estados Unidos, así como para la dinámica interna del Cártel de Sinaloa.