Cancún.- Lo que debía ser una noche de alegría y celebración se tornó en tragedia para una familia de la Región 247 de Cancún, cuando un incendio arrasó con su hogar en plena madrugada navideña.
Las llamas, desatadas presuntamente por chispas de pirotecnia, dejaron tras de sí solo cenizas y desolación.
El siniestro tuvo lugar en la décima cerrada El Zapote, lote 6, manzana 23, y comenzó a gestarse en el exterior de la vivienda.
Según testigos, las chispas de petardos utilizados durante las festividades alcanzaron una zona vulnerable, iniciando un fuego que se extendió con rapidez.
A pesar de los esfuerzos iniciales de los vecinos para controlar el incendio con cubetas de agua, la magnitud de las llamas hizo necesaria la intervención del cuerpo de bomberos, que tardarón cerca de 20 minutos en sofocar el siniestro por completo.
Al llegar al lugar, los bomberos encontraron una escena devastadora: muebles, electrodomésticos y documentos personales consumidos por el fuego.
Aunque la vivienda, construida en concreto, evitó un colapso estructural total, en su interior no quedó nada aprovechable.
“La pérdida es total, todo lo que teníamos quedó reducido a cenizas.
Pero, al menos, estamos vivos”, expresó entre lágrimas uno de los residentes, quien logró escapar junto a su familia por la parte trasera de la casa antes de que el fuego bloqueara las salidas principales.
El incidente, reportado al 911 en las primeras horas de la madrugada, ha encendido las alarmas sobre los riesgos asociados al uso de pirotecnia durante las celebraciones.
Aunque no se reportaron lesionados, las autoridades recalcaron la importancia de extremar precauciones.
“No podemos permitir que la alegría de estas fiestas se transforme en tragedias como esta. El uso irresponsable de pirotecnia no solo pone en peligro la vida, sino también el patrimonio de las familias”, advirtiero los mismos tragafuegos.
Mientras se realiza la inspección final para determinar las causas exactas del incendio, los vecinos de la comunidad han comenzado a organizarse para brindar apoyo a la familia afectada, demostrando que, incluso en medio del desastre, la solidaridad puede ser el fuego que ilumina las noches más oscuras.
La escena devastadora sirve como un recordatorio de los peligros latentes que acechan en las celebraciones navideñas, y de la responsabilidad compartida para evitar que el calor de la fiesta se convierta en un infierno como le pasó a la familia de este suceso en Villas Otoch.