Santiago Rodas / Grupo Cantón
CANCÚN.- Las intensas lluvias que han azotado Cancún en los últimos días han dejado un rastro de destrucción en calles, avenidas y zonas vulnerables, agravando una problemática que afecta tanto a la movilidad como a la seguridad de los ciudadanos.
Los baches y hundimientos, convertidos en trampas mortales, no solo causan daños materiales a los vehículos, sino también riesgos graves para peatones y conductores.
Regiones como la 247, 248, 249, 253, 254 y 255, entre otras, se encuentran gravemente afectadas.
En estas zonas, las calles están plagadas de enormes agujeros que, ocultos bajo el agua, representan un peligro constante.
Además, colonias cercanas enfrentan problemas similares, dejando a los residentes en una situación crítica.
Las avenidas obstruidas y los hundimientos han reducido significativamente la movilidad, generando accidentes y daños a terceros.
Automovilistas reportan llantas ponchadas, suspensiones dañadas y pérdida de control al caer en estos cráteres.
Peatones también han sufrido caídas y lesiones al intentar transitar por calles inundadas, donde los baches permanecen invisibles bajo la superficie.
La combinación de lluvias constantes y la falta de mantenimiento preventivo han sido señaladas como las principales causas de esta problemática.
El deterioro progresivo de las vialidades no solo refleja una crisis climática, sino también un descuido alarmante en la infraestructura urbana.
“Es inaceptable que nuestras calles estén en este estado. Cada día es más difícil moverse en la ciudad, y el riesgo para las familias es enorme. Necesitamos una solución inmediata”, comentó Tila Jesús Méndez, residente de la región 254.
Este problema no puede seguir siendo ignorado. La ciudadanía exige una respuesta rápida y efectiva por parte de las autoridades.
Es imprescindible implementar un programa de rehabilitación integral de vialidades y medidas para mitigar el impacto de las lluvias, antes de que los daños sean irreversibles o cobren vidas.
Las lluvias continuarán, pero es responsabilidad de todos exigir acciones contundentes.
Cancún no puede permitirse seguir atrapado en el abandono vial que afecta directamente a su población y a su economía.