La extorsión está golpeando ya no sólo a los pequeños y medianos comercios. En los últimos meses se ha incrementado el número de nuevos desarrollos inmobiliarios que han recibido amenazas por cobro de piso tanto en Cancún como en Puerto Morelos.
Las amenazas son tanto para las empresas desarrolladoras e incluso para trabajadores de la construcción que están siendo privados de su sueldo quincenal por grupos de la delincuencia organizada.
Taydé Favila Soriano, presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), reconoció en entrevista que afiliados a este organismo y desarrolladores de vivienda de interés social han reportado extorsiones por parte del crimen organizado, sobre todo en los nuevos fraccionamientos que se están construyendo en las periferias de la ciudad.
La empresaria inmobiliaria dijo que en algunos casos se han tenido que suspender los trabajos de construcción en al menos dos fraccionamientos nuevos al norponiente de Cancún.
Aseguró que se han puesto en contacto con las autoridades para denunciar los hechos y están confiados en que haya una respuesta rápida para impedir que el fenómeno crezca.
Quintana Roo Hoy tiene también el testimonio de desarrolladores inmobiliarios de Puerto Morelos, que han tenido que salir del país ante las amenazas que recibieron de parte de grupos del crimen organizado.
Trabajadores de la construcción que pidieron que sus nombres no sean revelados comentaron que los días de paga se presentan sujetos armados exigiendo que se les entregue parte o la totalidad de sus sueldos; además de que han amenazado de muerte a los encargados de obra a cambio de que se les entregue determinada cantidad de dinero al mes para que no los sigan intimidando.
Cabe mencionar que este mismo fenómeno se presentó también en la zona caliente de Guerrero, donde empresas constructoras abandonaron diferentes proyectos para construir casas en la región de la Tierra Caliente, debido a los secuestros y extorsiones que han sufrido por parte del crimen organizado.
Esta situación se presentó a mediados de 2014, cuando al menos seis empresas constructoras tuvieron que abandonar sus respectivos proyectos de construcción tras las amenazas de las que fueron objeto.
La presidenta de AMPI en Cancún dijo que no se ha llegado a estos niveles en Cancún, pero confían en que las autoridades actúen para evitar que la situación se desborde como en Guerrero. (Jesús Vázquez/Grupo Cantón)