ÁNGEL CANUL / GRUPO CANTÓN
SANTA MELBA.- Habitantes de la comunidad de Santa Melba, ubicada en la carretera federal Cancún-Mérida, entre El Tintal y Santo Domingo, en el municipio de Lázaro Cárdenas, han alzado la voz ante la creciente inseguridad en la zona. Según reportes de los pobladores, un grupo de jóvenes dedicados a delinquir se ha apoderado de las calles durante las altas horas de la noche, generando un clima de miedo e impotencia en la comunidad.
De acuerdo con testimonios de residentes que prefieren permanecer en el anonimato por temor a represalias, los delincuentes no dudan en usar la violencia para robar. “Si no accedes a entregar tus pertenencias o el dinero en efectivo, te encañonan con armas. Sabemos que están bien armados”, declaró una de las fuentes que pidió no revelar su identidad.
Aunque estos jóvenes operan principalmente de noche, los pobladores aseguran que durante el día también son fácilmente reconocibles, ya que sus rostros son conocidos en la comunidad. A pesar de su visibilidad, los habitantes afirman que la policía no ha intervenido para detenerlos, lo que ha incrementado el temor entre los residentes.
Uno de los factores que los delincuentes aprovechan es la presencia de topes en la carretera, instalados durante los trabajos del Tren Maya. Los residentes explican que estos obstáculos dificultan la circulación de vehículos a alta velocidad, lo que convierte a los conductores en presas fáciles para los ladrones, quienes se acercan a robar en el momento en que los vehículos se ven obligados a reducir su velocidad.
Ante esta situación, los habitantes de Santa Melba han solicitado a los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana que intensifiquen los patrullajes en la zona, pues consideran que la presencia policial es insuficiente para garantizar la seguridad de los pobladores. La comunidad espera una respuesta urgente de las autoridades para frenar la ola de inseguridad que ha dejado a muchos con miedo de transitar por su propio pueblo.
Santa Melba, una pequeña comunidad que depende en gran medida de su ubicación estratégica en la carretera, ahora enfrenta un desafío mayor: mantener la paz en su entorno mientras luchan contra la delincuencia que acecha en la oscuridad de la noche.