FERNANDO MORCILLO
QUINTANA ROO HOY
GRUPO CANTÓN
PLAYA DEL CARMEN.- El 2019, para los prestadores de servicios turísticos significó el año más complicado que ha padecido la Riviera Maya y donde, producto de varios factores, por primera vez hubo una baja en los costos de habitaciones, así como en la prestación de servicios, sin olvidar los descuentos en restaurantes.
Todo esto, con el único propósito de rescatar el año e impedir en lo posible el cierre de más empresas y, con ello, despido de trabajadores.
De entrada, hay que recordar que en octubre pasado la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya (AHRM), en voz de su presidente, Conrad Berwerf, anticipó un cierre de año con un 77 por ciento de ocupación promedio, es decir tres puntos por debajo de 2018; que sumado a la caída del 3 por ciento del 2017 al 2018, sería ya un descenso del 6%.
Asimismo, previeron un descenso del 5 por ciento en las tarifas fenómeno que no se veía desde las crisis del 2001 por los efectos del terrorismo; 2005 por los efectos del huracán Wilma, y 2009 por los efectos dela influenza
Otra de las cifras negativas es que el mercado europeo también ha disminuido este año, pasando de un 50% a un 30%. Lo anterior, afectando principalmente la ocupación de los pequeños hoteles al alcanzar únicamente mil 50 habitaciones en verano, 700 cuartos menos que el año anterior.
En algunos casos, fue peor pues con la presencia del sargazo, tuvieron una ocupación de apenas 2, 3 o hasta 5 habitaciones para lo que es una de los periodos primordiales en la llegada de turistas.
El fenómeno de las rentas vacacionales, como expuso Andrea Lotito, vicepresidente del mismo organismo, ocasionó dos cosas: un incremento desmedido de este tipo de alojamiento al grado que superó la demanda y, en consecuencia cayeron sus precios; y, en consecuencia, al reducir sus tarifas, los pequeños hoteles perdieron rentabilidad al desplomarse sus tarifas hasta en un 45 por ciento.
“El año pasado en el verano tuvimos habitaciones todavía con un 50% de ocupación de países europeos, pero con menos nacionales, pero este año ya fue diferente por la combinación de varios factores ya conocidos”, refirió, “en nuestras estadísticas podemos prever que el turista nacional nos puede aportar un 30% en esta temporada, algo muy interesante que no pasaba”.
Con este panorama, para la temporada decembrina que ya arrancó, a nivel nacional se estima que la actividad hotelera “enfriará” su desempeño y se prevé que apenas aumente 0.9 por ciento en comparación con el 2018.
Otro factor a considerar es el gasto que cada turista contempla pues si bien habrá tarifas hoteleras módicas, esto no repercutirá en un mayor gasto o consumo.
En este sentido, a decir de Camilo Degli Esposti, creador del concepto “Urban Caribe”, que es una especie de all inclusive entre algunos pequeños hoteles y establecimientos que se aliaron, “tenemos que buscar la forma de sobrevivir, de mantenernos vigentes y no desaparecer. Nosotros fuimos pioneros en la hotelería en Playa del Carmen y ahora vemos a los all inclusive y a Airbnb como nos han desplazado”.
Por ello, buscan no sólo que el turista que llegue se hospede en estos sitios, sino que tenga un mayor consumo y por eso, las alianzas para que mediante descuentos o paquetes puedan salir a divertirse en el centro de la ciudad.
El proyecto “Urban Caribe” hay que recordar, apenas inició en este periodo vacacional y esperan consolidarlo para Semana Santa, pero en tanto, es una fuerte apuesta del sector para captar a un mayor número de visitantes.
Pero no sólo los pequeños hoteles buscan la manera de mantenerse vigentes; los prestadores de servicios náuticos en este 2019 también recurrieron a las promociones y descuentos a fin de captar un poco de recursos, los suficientes para cubrir sus gastos y necesidades.
De acuerdo con Miguel Ángel Ramírez Lara, presidente de la Asociación de Prestadores de Servicios de Turismo Náutico de la Riviera Maya, sus tarifas las tuvieron que bajar hasta un 40 por ciento porque, de no hacerlo, hubiera significado el cierre y despido de por lo menos 2 mil trabajadores.
Pero, no confiados con este fin de año, dijo que mantendrán las tarifas del verano, es decir bajas, para captar no sólo al turista internacional, sino al local pues aún hay deudas entre algunos agremiados y saben la oportunidad que representa este periodo para reponerse.
Independientemente de lo que pueda ocurrir el próximo año con la situación del sargazo, Ramírez Lara dijo que por ahora sólo se concentrarán en un cierre de año donde sólo esperan que el factor climático no ture sus planes y proyecciones.