Carlos Calzado
Felipe Carrillo Puerto.- La carretera Reforma Agraria-Puerto Juárez a la altura del poblado Limones fue momentáneamente cerrada ayer por la mañana, para ceder el paso al cortejo fúnebre rumbo al panteón de la comunidad, donde familiares, amigos y todo el pueblo, acompañó a sus difuntos hasta su última morada.
Mucha tristeza, impotencia, dolor; los deudos desfilaron detrás de las camionetas que trasladaron los féretros con los restos de ocho seres humanos asesinados el miércoles.
Los deudos eligieron no hablar de las circunstancias ni los motivos. “Una tragedia”, alcanzó a comentar uno de los familiares. La unión vulnerada de las contadas familias que viven, trabajan y comparten la calidad de vida del lugar donde “les tocó vivir”, junto con sus circunstancias, la abrupta ruptura de la vida en comunidad, ese fue el tema trascendente.