Cancun,-Tulum es una de las ciudades mayas más singulares, destacándose por su ubicación junto al mar, lo que la hace única entre las ciudades de esta civilización. Sus murallas defensivas protegían su lado terrestre, mientras que los acantilados naturales resguardaban su frente marítimo.
Su nombre original, Zamá, que significa “amanecer” en maya, hace alusión a la privilegiada vista desde la cual los mayas observaban el sol naciente sobre el Caribe.
De acuerdo con estudios realizados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Tulum jugó un papel fundamental en la red comercial maya, sirviendo como un puerto que conectaba rutas marítimas que abarcaban desde Honduras hasta el centro de México.
A través de este puerto, se comerciaban productos como jade, obsidiana, sal, miel, plumas de quetzal y cacao, los cuales eran intercambiados con otras regiones mesoamericanas.
A diferencia de otras grandes ciudades mayas como Chichén Itzá o Palenque, Tulum no se caracterizó por su tamaño, pero su diseño reflejaba una doble función: era tanto una fortaleza militar como un centro religioso.
Las murallas, algunas de ellas de hasta 5 metros de altura, rodeaban el núcleo ceremonial, donde sobresalen varios edificios significativos:
El Castillo: Esta estructura es la más destacada, situada al borde del acantilado. Además de ser una imponente fortaleza, también funcionaba como un faro para los navegantes. Su escalinata está alineada con los equinoccios, creando un fenómeno de luz y sombra que simbolizaba la conexión entre el cielo y la tierra.
El Templo del Dios Descendente: En su friso se encuentra la representación de Ah Muzenkab, dios maya relacionado con las abejas y el comercio, lo que subraya la importancia ritual de la ciudad.
La Casa de las Columnas: Probablemente utilizada como espacio administrativo o residencial para la élite de la ciudad.
A pesar de que otras ciudades mayas del Período Clásico fueron abandonadas hacia el siglo X, Tulum permaneció habitada hasta la llegada de los conquistadores españoles en el siglo XVI, según el INAH. Fue uno de los últimos enclaves mayas en resistir la conquista.
El cronista Juan Díaz, que acompañó a la expedición de Juan de Grijalva en 1518, describió Tulum como una ciudad “tan grande como Sevilla” (España), con una torre blanca visible desde el mar. No obstante, hacia el siglo XVII, las enfermedades y la colonización europea llevaron a su abandono definitivo.
Recientemente, en 2023, arqueólogos del INAH descubrieron un túnel debajo de El Castillo que conecta con un cenote subterráneo, lo que refuerza la hipótesis de que los mayas utilizaban estos pozos naturales para ceremonias religiosas.
Además, estudios de la UNAM han confirmado que los edificios de Tulum originalmente estaban decorados con colores como el rojo, azul y dorado, asociados a la divinidad solar.
Hoy en día, Tulum es un Parque Nacional protegido y un símbolo de la cosmovisión maya. Su imagen, con el mar turquesa de fondo, sigue evocando la misma reverencia que sentían sus antiguos habitantes.