MARIO ZERMEÑO / Grupo Cantón
Puerto Juárez.- Ante la inminente amenaza del huracán Beryl sobre el Caribe mexicano, propietarios particulares han comenzado de manera preventiva el retiro de sus embarcaciones de los cuerpos de agua en Puerto Juárez, utilizando las rampas de botado disponibles en la zona.
Aunque oficialmente no existen rampas de botado públicas en Puerto Juárez, los propietarios han encontrado soluciones temporales mediante el pago de una tarifa para acceder a las instalaciones privadas. Julio Espinosa, propietario de varias embarcaciones, compartió su experiencia: “Pedimos permiso aquí y nos dan ‘chance’ de sacar las lanchas. Damos 200 pesos y tenemos acceso a sacarlas antes de que llegue el huracán.”
Espinosa también mencionó que en la zona hotelera de Cancún, donde existen rampas de botado más establecidas, el costo es de 600 pesos por embarcación. Aunque considera el costo razonable, señaló que las maniobras son más complejas en esa área turística.
En Puerto Juárez, donde existen aproximadamente tres o cuatro rampas privadas, la demanda se incrementa significativamente conforme se acerca la llegada del huracán, generando congestión en las instalaciones disponibles.
En un recorrido realizado por Grupo Cantón, se constató que la única rampa de botado pública de Cancún, ubicada en el Malecón Tajamar y administrada por el Fondo Nacional de Turismo (Fonatur), se encuentra cerrada debido a las actividades de construcción del Puente Nichupté. El personal en el sitio confirmó que no se están realizando maniobras para retirar embarcaciones en esa área.
Ante esta situación, la comunidad náutica ha expresado la urgente necesidad de contar con más rampas de botado públicas y adecuadas en Puerto Juárez, especialmente en momentos críticos como la llegada de huracanes, para facilitar el resguardo seguro de las embarcaciones de los propietarios locales.
