Roberto Lemus / Grupo Cantón
Puerto Aventuras.— Nueve compradores de un conjunto residencial en este destino turístico denunciaron que llevan más de un año esperando las escrituras de sus departamentos, pese a haber cubierto el costo total de los inmuebles.
El desarrollo, identificado como Casa Cobá y comercializado por la empresa Land & Life, se encuentra en el centro de una disputa que combina presuntos incumplimientos, fallas de construcción y nula atención por parte del desarrollador.
Los afectados —cuatro mexicanos, tres canadienses y dos estadounidenses— relataron que adquirieron unidades valuadas en 304 mil dólares con la expectativa de iniciar una nueva vida en el Caribe. Sin embargo, al llegar en febrero de 2024 se encontraron con departamentos sin concluir y múltiples vicios ocultos. Algunos de los compradores habían vendido sus propiedades en Norteamérica para jubilarse en México.
De manera reiterada mencionaron daños como filtraciones, humedad, instalaciones incompletas y sistemas eléctricos que consideraron peligrosos. Uno de los casos que más alarma generó fue el de un boiler instalado sin ventilación adecuada, situación que pudo haber derivado en una intoxicación por monóxido de carbono. La empresa únicamente les proporcionó dos meses de renta temporal mientras trabajaba en las reparaciones, pero los problemas persistieron.
Además de las fallas internas, los residentes señalaron que su consumo eléctrico habría sido utilizado para alimentar una obra contigua del mismo grupo, sin autorización ni compensación. También reportaron que sus departamentos no están conectados correctamente al sistema pluvial, lo que provoca inundaciones frecuentes durante las lluvias.
Los compradores aseguraron que, desde abril de 2025, dejaron de recibir cualquier tipo de respuesta de los responsables de Land & Life —Alfonso Serrano Gómez, Santiago Serrano Gómez y Rubén Cortés Alcocer—, pese a los insistentes intentos de comunicación. Esta falta de contacto ha incrementado la desconfianza, especialmente porque algunos integrantes de la empresa forman parte del Consejo de Colonos de Puerto Aventuras, instancia que podría intervenir pero que, según los vecinos, no ha actuado.
Ante la falta de avances, los propietarios buscaron asesoría legal, pero uno de los abogados contratados desapareció después de recibir un anticipo, dejándolos nuevamente sin respaldo jurídico y en una situación de vulnerabilidad.
Hoy los afectados advierten que están dispuestos a presentar una denuncia penal ante la Fiscalía General del Estado por presunto fraude, si el desarrollador continúa sin ofrecer una solución. La incertidumbre que viven se ha convertido en un ejemplo más de los riesgos que enfrentan compradores extranjeros en la Riviera Maya ante la falta de mecanismos que garanticen la entrega formal de propiedades y el cumplimiento de contratos inmobiliarios.