Jazmín Ramos / GRUPO CANTÓN
CANCÚN.- Al advertir que será imposible limpiar los océanos ante el grado de contaminación que sufren por la acumulación de plásticos, el investigador de la organización Algalita Marine Research Foundation, Charles More, dijo que una de las alternativas es crear áreas de conservación de las fuentes de agua que aún permanecen prístinas como algunos cenotes en la Península de Yucatán.
Entrevistado tras su participación en el Segundo Foro por el Océano celebrado en Cancún, el ambientalista quien lograra notoriedad al descubrir la Gran Isla del Pacífico, refirió que es tal la contaminación de los mares que no hay ningún estudio que determine el grado de afectación en sus ecosistemas, en algunos de ellos irreversibles.
Señaló que si bien hay esfuerzos de algunos gobiernos, organizaciones sociales y ambientalistas por limpiar los océanos poco se puede hacer si las industrias siguen contaminando y no se cambia la forma en que se consume, prueba de ello es que hay estudio de que los microplásticos se acumulan en el cerebro humano, riñones e hígado.
“Se puede limpiar una playa, pero en los días subsecuentes se vuele a contaminar porque la industria siguen con sus malas prácticas, no hay cambios en el consumo, entonces es imposible limpiar los océanos, de hecho, nadie sabe el grado de contaminación que hay y las afectaciones”.
Indicó que una de las alternativas ante esta contaminación, que es la gran amenaza de los océanos y sus ecosistemas, es cuidar las zonas prístinas, crear santuarios en las fuentes de agua no contaminadas, que en el caso de la Península de Yucatán todavía se tiene entre los que destacan los cenotes.
“Hay cenotes en la región que están libres de contaminantes, que las organizaciones sociales, las poblaciones indígenas y los ambientalistas están cuidando, esa es una de las alternativas crear estos santuarios en las fuentes de agua”.
Con relación a los arrecifes comentó que no solo la contaminación por plásticos los está afectando, sino que el calentamiento global ha cambiado la temperatura del agua y a la larga afectará a las especies que ahí cohabitas, al igual que las actividades turísticas otro factor que abona a su destrucción.
El investigador comentó que las grandes industrias no quieren tomar conciencia sobre los daños por la contaminación de plásticos que ya está afectando la salud humana, tan es así, que el que se haya encontrado microplásticos en el cerebro humanos en un futuro no muy lejano dañará su inteligencia.
“El cerebro funciona por conexiones eléctricas, entonces si se aumenta la concentración de microplásticos, las nuevas generaciones perderán inteligencia y por ende su comportamiento, lo que compromete el futuro de la humanidad”.
Ante ello, hizo un llamado a los gobiernos del mundo a establecer políticas públicas que obliguen a las empresas a eliminar el uso del plástico y establezcan campañas que impulse cambios en la forma en que consumimos, pues el futuro no es muy alentador por la grave contaminación del plástico.