Jazmín Ramos / Grupo Cantón
CANCÚN.- Erosión de playas, saneamiento de la laguna Nichupté, plantas de tratamiento rebosadas, problemas en el suministro de energía eléctrica y agua potable, predios abandonados, falta de mantenimiento en la infraestructura urbana y una movilidad insostenible forman parte de la larga lista con la que tendrá que lidiar el fideicomiso para el Fortalecimiento de la Actividad Turística en Quintana Roo (Foatqroo) tras la desaparición del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
Hoteleros, empresarios, restauranteros y prestadores de servicio han urgido a los tres niveles de gobierno atender los rezagos que enfrenta el corredor turístico de Cancún, que opera con una infraestructura de hace 32 años, y aunque en el tema del fluido eléctrico recaen en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el suministro del agua depende de Aguakan, el Foatqroo tendrá que presionar para que se cubran las deficiencias de los servicios.
La tarea del mantenimiento de la zona hotelera no será fácil; de hecho, el propio director operativo del Foatqroo, Ricardo Archundia Sánchez, admitió que llevaría por lo menos tres años el embellecimiento de uno de los destinos más populares de México que se ensombreció por los rezagos que dejó Fonatur.
Según el funcionario, para este primer año de la administración del fideicomiso se invertirán 230 millones de pesos, aunque no descartó que se buscaran otras fuentes de financiamiento, entre ellas nuevos impuestos, para poder atender las necesidades de la zona hotelera; de hecho, están conformando el plan de obras.
Aseguró que tomarán en cuenta las sugerencias de todos los sectores productivos que operan en el corredor turístico e incluso de quienes radican en la zona, y que habrá transparencia en la aplicación de los recursos, por lo que pidió confianza en el fideicomiso.
Mencionó que entre los primeros trabajos destaca el mantenimiento de las guarniciones, camellones, áreas verdes, alumbrado público e infraestructura en general.
Asimismo, el titular de la Secretaría de Turismo de Quintana Roo (Sectur), Bernardo Cueto Riestra, reconoció que es necesario darle un nuevo rostro a la zona de Cancún, por lo que ya se cuenta con un proyecto para su modernización que le permitirá seguir siendo competitivo.
Es más, indicó que se analiza la propuesta de los hoteleros de no seguir creciendo en cuarto de hotel en Cancún, renovando la infraestructura y apostándole a la diversificación de productos y servicios para generar un desarrollo sustentable. En esos planes también se contemplan las plantas de tratamiento de aguas residuales.
En ese sentido, datos del gobierno del estado refieren que el año pasado se les dio mantenimiento a las plantas de los vertidos de aguas negras; sin embargo, un informe que emitió Fonatur refiere que fue en el 2018 cuando se invirtieron 17 millones de pesos en mejoras en las depuradoras que operan desde hace 32 años, cuando había 14 mil cuartos de hotel y ahora suman 45 mil llaves.
En el informe refiere que con esos recursos se invirtió en los filtros de prensa de bandas, así como en la sustitución de los mecanismos para evitar fallas; sin embargo, los empleados que operan en las tres depuradoras refieren que desde que entró la llamada Cuarta Transformación (4T) les redujeron el presupuesto en 40 por ciento y que a veces no tienen ni guantes para realizar los monitoreos.
Incluso, los propios hoteleros han señalado que las tres plantas de tratamiento que operan en el corredor turístico, una en Pok Ta Pok, ubicada en el kilómetro 7.5 del boulevard Kukulcán, la segunda identificada como Gucumatz, situada en el kilómetro 15.8 y la última llamada El Rey, localizada en el kilómetro 18, están rebasadas en su capacidad y en época de lluvias se rebosan.
Pero a la urgencia del mantenimiento a las depuradoras y de construir otra planta de tratamiento para atender el tratamiento de las aguas negras, los proyectos aún no cuajan, ya que primero la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (SEMA) realizará los estudios de la capacidad de carga y se buscará el financiamiento para las obras.
Al respecto, Archundia Sánchez señaló que el tema de las plantas de tratamiento de aguas negras será a largo plazo, toda vez que se requiere una fuerte inversión y los 230 millones de pesos no serán suficientes para cubrir en un solo año las carencias que enfrenta la zona hotelera.
En cuanto a los problemas por el suministro de agua, el 80 por ciento de los hoteles cuenta con almacenamiento del vital líquido; sin embargo, también han enfrentado carencia dado que el tandeo del agua alcanzó al corredor turístico, sobre todo en zonas residenciales como Pok Ta Pok e Isla Dorada.
Ante ello, Aguakan realiza el mantenimiento de la infraestructura hidráulica y ha realizado varias obras para atender la demanda de la zona hotelera, como la ubicación del colector de aguas residuales, la ampliación de la red de agua potable en el Sector F y la construcción de la primera etapa de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Polígono Paraíso.
Con ello, se busca mitigar la carencia que enfrenta el corredor turístico; no obstante, la infraestructura hotelera sigue creciendo, al igual que la actividad comercial y residencial en la zona, que abona a la demanda que se tiene del vital líquido y al tratamiento de las aguas residuales.
Respecto al suministro de energía eléctrica, los especialistas como Eugenio Ramírez Ríos, presidente del Colegio de Ingenieros Mecánicos Electricistas de Quintana Roo, advirtieron del déficit en la producción del fluido eléctrico de hasta un 30 por ciento, en donde la Península de Yucatán es una de las regiones más afectadas.
Mencionó que, en el caso de la entidad, la industria turística cada día suma una mayor demanda, tan es así que los hoteles, restaurantes y plazas comerciales tienen sus propias plantas de luz e incluso están invirtiendo en paneles solares para producir energías limpias en su consumo; sin embargo, sería importante evaluar la capacidad que se tiene para los nuevos proyectos turísticos.
Con base en datos del gobierno federal, la zona hotelera de Cancún consume el 50 por ciento del total de la energía eléctrica del municipio, que, ante la constante suma de nuevas llaves, requiere mayor inversión en infraestructura eléctrica; actualmente se dota del suministro del fluido eléctrico a más de 153 hoteles, cuyo consumo promedio supera los 60 mil megawatts.
Cabe indicar que para cubrir la demanda se tienen tres subestaciones de turbogas: la central Cancún, así como las unidades Nizu 1 y Nizuc 2. Estas últimas fueron renovadas con nuevo equipo de tecnología a efecto de aumentar la capacidad de suministro, evitando con ello apagones, aunque el año pasado se registraron varios que alcanzaron la zona hotelera.
No obstante, este año se esperan inversiones por parte de la CFE en la Península de Yucatán en dos centros de energía, uno en Mérida y otro en Valladolid, para cubrir la creciente demanda del servicio.
Al tema del servicio de agua potable y electricidad, el corredor turístico suma el problema de erosión de playas, en donde incluso se han invertido en dos proyectos de recuperación, pero con el paso del tiempo los arenales vuelven a diluirse, lo que ha generado una alerta entre los turisteros.
En ese sentido, durante el Primer Foro de Sustentabilidad en Quintana Roo, se habló del riesgo que implica seguir invirtiendo en la recuperación de playas con proyectos de extracción de arena, que ya se ha comprobado que se vuelve a erosionar toda vez que el problema radica en que se destruyó la duna costera y cada día se reducen los manglares.
Con relación al tema, el director de Sustentur, Vicente Ferreyra Acosta, informó que realizan proyectos para recuperar los arenales a través de restaurar la duna costera, los cuales son más baratos y se tienen beneficios a largo plazo. Incluso, dijo que ya hay varios casos de éxito; por lo tanto, sería lo más viable que seguir rellenando los arenales.
Aun con lo que recomiendan los especialistas, las autoridades estatales siguen planeando la recuperación de playas bajo ese esquema del relleno de arena; de hecho solicitaron la ampliación de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para llevarlo a cabo. Dicho tema también fue planteado en el nuevo fideicomiso por los propios hoteleros.
Referente a los más de 15 predios abandonados, se buscan estrategias para rescatarlos y de esta forma embellecer la imagen de Cancún, dado que generan ruido visual que no abona a la proyección que quieren darle al corredor turístico.
En ese sentido, las autoridades estatales han referido que, como son predios privados, se complica ejercer acciones legales contra los dueños que los han dejado en el olvido, pero que el fideicomiso trabajará en enlistarlos para contactar a los propietarios y llegar a consensos.
Otro grave problema de la zona hotelera de Cancún es la eutrofización de la Laguna Nichupté, debido al exceso de nutrientes, lo que por temporadas provoca olores, de ahí la urgencia de establecer un plan de saneamiento, el cual, según los integrantes del fideicomiso, se integrará a los proyectos.
Además, en estos trabajos se sumarían recursos federales, ya que la propia presidenta Claudia Sheinbaum Pardo anunció en sus conferencias matutinas que se atendería el problema de eutrofización de la laguna y que para ello buscarían el acompañamiento de las organizaciones ambientales.
De hecho, parte de las condicionantes que impusieron las autoridades estatales para la realización del Puente Lagunar fue precisamente un plan de mitigación de los efectos al cuerpo de agua, por lo que habría trabajos complementarios al saneamiento.
Pero mientras esto sucede, el Foadtqroo prepara el primer paquete de obras para atender los trabajos prioritarios que se realizarán este año y que básicamente corresponde a trabajos de repavimentación, lo cual fue recibido con optimismo por parte de los sectores productivos que operan en la zona hotelera.
Entre las voces que le dieron un voto de confianza se encuentra el presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún, Puerto Morelos e Isla Mujeres, Jesús Almaguer Salazar, quien incluso refirió que han sostenido varias reuniones con las autoridades referente al fideicomiso, de modo que esperan que se apliquen los recursos correctamente y se atiendan las carencias de la zona hotelera.
A su vez, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial del Caribe (CCE), Javier Olvera Silveria, mencionó que es un avance el hecho de que se haya conformado el fideicomiso, por lo que dijo que se debe confiar en que habrá transparencia en la administración de los recursos, aunque reconoció que no es tarea fácil atender los rezagos que enfrenta el corredor turístico que arrastra desde hace 32 años