Jazmín Ramos / GRUPO CANTÓN
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial del Caribe (CCE), Javier Carlos Olvera Silveira, no descartó despidos y la aplicación de días solidarios si la industria turística sigue con niveles bajos de ocupación debido a la tendencia mundial de los viajeros por preferir otros destinos para vacacionar que el Caribe Mexicano.
Entrevistado luego de la reunión mensual de ese colectivo en donde sostuvieron un encuentro con el delegado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Javier Naranjo García, señaló que lamentablemente no hay buenos augurios para el próximo periodo de asueto, lo que podría complicar los gastos operativos de la empresa.
Explicó que, aunque la industria turística sería la más afectada por la desaceleración de los viajeros, finalmente repercute en todos los sectores productivos, pues al ser la principal actividad económica, de ahí baja la derrama económica a toda la población, por ello la preocupación del CCE.
Mencionó que lamentablemente el Caribe Mexicano está perdiendo competitividad con otros destinos, tan es así que no solo los estadounidenses están viajando a Europa si no los propios mexicanos prefieren viajar al extranjero porque les sale más barato que vacacionar en Cancún, Playa del Carmen o Tulum
“La realidad es que los estadounidenses están viajando a Europa e incluso los propios mexicanos, ya que es mucho más barato que vacacionar aquí; es un tema que no se puede ignorar y esto tarde que temprano se refleja en todos los sectores productivos, por ello, se debe tomar todas las precauciones ante las actuales tendencias del turismo”.
Ante ello, mencionó que en el caso de las empresas que forman este colectivo tendrán que hacer sus análisis correspondientes respecto a los gastos operativos, es más, no se descartan despidos, la aplicación de días solidarios u otras medidas de contención para enfrentar la desaceleración del turismo.
Comentó que el hecho de que el Aeropuerto Internacional de Cancún opere en números rojos como lo dio a conocer un estudio de la Universidad Anáhuac, es una señal de que las cosas no nada bien y que se deben tomar precauciones, pero eso lo determinará cada empresa de acuerdo a sus posibilidades económica.
“Aquí lo que tenemos que hacer es estar a las expectativas de cómo se desarrolló la temporada de invierno y con base a ello tomar las mejores decisiones para salud financiera de las empresas, pues la idea es seguir operando con el menor impacto posible en los costos operativos.