REDACCIÓN / GRUPO CANTÓN
TULUM.- El mal estado del camino que conecta a Tulum con la comunidad de Punta Allen, un tramo de aproximadamente 50 kilómetros, ha provocado una crisis que afecta directamente a los habitantes de la zona. El deterioro de esta vía, que ha dificultado el transporte de productos básicos, está causando desabasto y un incremento significativo en los costos de vida, lo que ha puesto en jaque a la población local.
María Lupe Cocón González, delegada de Punta Allen, explicó que la situación es insostenible. “Nuestro proveedor de agua Cristal nos canceló, el gasero ya no entra, entonces ya tenemos desabasto y se nos hace más cara la vida porque los productos llegan con precios elevados. Las tiendas están cobrando casi el doble o el triple porque el transporte es complicado”, detalló Cocón González.
El impacto del mal estado de la carretera también se refleja en la economía local, especialmente en la pesca, una de las principales fuentes de ingreso de la comunidad. La temporada de pesca de langosta fue especialmente difícil debido a la baja demanda y los precios reducidos. “Los pescadores trabajaron en realidad solo tres meses bien. Nos querían pagar la langosta a 200 pesos el kilo, cuando un kilo de carne cuesta hasta 170 pesos. No es justo”, añadió la delegada.
Actualmente, con la veda de la langosta en curso, la comunidad depende del turismo para subsistir, pero el mal estado del camino dificulta la llegada de visitantes. “Nos gustaría que nos ayudaran para que en Semana Santa tengamos más flujo de turismo, pero con el camino así es difícil. Las cooperativas de la zona tienen muchas altas y bajas, y esto nos afecta demasiado”, explicó.
Los habitantes de Punta Allen han solicitado apoyo a las autoridades municipales y estatales, y según la delegada, ya existe un proyecto de rehabilitación del camino. “El señor presidente ya tiene el proyecto. El 9 de febrero se entregó la documentación y nos dijeron que están liberando los recursos, pero nosotros necesitamos la obra con urgencia”, enfatizó Cocón González.
El tramo en cuestión tiene alrededor de 50 kilómetros de extensión, de los cuales seis se encuentran en condiciones críticas. Mientras tanto, la comunidad sigue esperando una respuesta concreta de las autoridades para solucionar esta situación que sigue impactando su calidad de vida y economía local.