Redacción / Grupo Cantón.
La combinación de atractivos naturales, culturales y arqueológicos ha convertido a la ciudad en una marca reconocida a nivel internacional, lo que ha impulsado la inversión en bienes raíces.
Tulum.- Uno de los destinos turísticos más populares de México, continúa su expansión con un auge inmobiliario que atrae a inversionistas nacionales e internacionales. En este contexto, la profesionalización del sector se vuelve un tema clave, según Mario Antonio San Miguel Herrera, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) en Tulum.
San Miguel Herrera enfatiza que su principal objetivo es apoyar a los asesores inmobiliarios en su capacitación y profesionalización, promoviendo la obtención de la licencia inmobiliaria. Este requisito legal es fundamental para garantizar la calidad del servicio y proteger el patrimonio de los inversionistas, evitando transacciones irregulares en un mercado altamente dinámico y competitivo.
Además de la preparación técnica, el presidente de AMPI resalta la importancia de la ética en el sector.
“Un asesor inmobiliario debe actuar con responsabilidad, velando por los intereses de los inversionistas y respetando un código de ética”, afirma.
Este compromiso no solo distingue a los profesionales capacitados, sino que también fortalece la confianza en el mercado y brinda mayor seguridad a quienes buscan adquirir propiedades en la zona.
El crecimiento de Tulum no solo se refleja en su consolidación como destino turístico, sino también en su influencia en el sector inmobiliario.
“Quintana Roo está en los ojos del mundo, y Tulum es uno de los destinos más importantes a nivel global”, señala San Miguel Herrera.
Sin embargo, este auge inmobiliario también plantea desafíos. El aumento en la demanda de terrenos y desarrollos ha generado un incremento en los precios, lo que podría dificultar el acceso a la vivienda para los residentes locales.
Asimismo, la rápida expansión de proyectos inmobiliarios ha despertado preocupaciones sobre su impacto ambiental y la preservación de los recursos naturales que hacen de Tulum un destino único.
A pesar de estos retos, San Miguel Herrera se mantiene optimista sobre el futuro del sector. Considera que la ética profesional y la inversión responsable son fundamentales para garantizar un crecimiento ordenado y sostenible.
“Tulum sigue consolidándose como un lugar privilegiado para vivir e invertir, pero es vital que sigamos comprometidos con el bienestar de la comunidad y la preservación de su identidad”, concluye.
El desarrollo inmobiliario de Tulum representa una oportunidad para inversionistas y habitantes, pero exige un enfoque equilibrado que priorice tanto el crecimiento económico como la protección del entorno y la calidad de vida de sus residentes.
