Tras una temporada baja marcada por cierres y caída de visitantes, los negocios locales apuestan por tarifas competitivas para sostener la economía y atender tanto a turistas como a residentes.
Roberto Lemus / GRUPO CANTÓN
TULUM.- Tras una de las temporadas bajas más difíciles de los últimos años —marcada por cierres de accesos, denuncias de privatización y una caída drástica en la afluencia turística— Tulum empieza a mostrar señales de recuperación. Con la apertura de nuevos accesos públicos y un repunte estimado entre 45 y 50% en la llegada de visitantes, los comercios han optado por mantener precios accesibles para incentivar las ventas y sostener la actividad económica.
Durante los meses más críticos, empresarios y pequeños vendedores se vieron obligados a ajustar sus tarifas para sobrevivir. La estrategia, que originalmente nació como una medida de emergencia, se mantiene vigente pese al incremento moderado de visitantes. En un recorrido por la zona, turistas, habitantes y comerciantes coincidieron en que Tulum ofrece actualmente una amplia diversidad de precios: desde económicos en mercados y negocios locales hasta costos elevados en la zona hotelera.
Ariel Moreno, turista originario de Argentina, reconoció que es posible encontrar servicios a precios razonables, aunque señaló que “desde hace algunas temporadas han aumentado y no han vuelto a bajar”, subrayando que aún persiste una diferencia notable con comunidades cercanas como Umay.
Para los residentes, el ajuste se convirtió en una medida necesaria para sostener el consumo local. Ángel Martínez, habitante de Tulum, relató el caso de un vecino comerciante que redujo sus precios “al costo nacional” con el objetivo de no perder clientela: “Esto es México: bien servido, bien atendido, barato y bonito”, comentó.
En el mercado local, los vendedores de alimentos también enfrentaron los efectos de la baja actividad turística. Gregorio Balam, comerciante de antojitos, explicó que la dualidad de precios se mantiene: mientras en zonas exclusivas un platillo puede alcanzar costos elevados, en el mercado popular aún es posible encontrar empanadas en 10 pesos y tacos en 20. “Acá viene la gente de Yucatán, Chiapas, Tabasco; a ellos se les vende este producto”, señaló.
A pesar del repunte turístico de las últimas semanas, la percepción general entre comerciantes es que la competencia y la necesidad de estabilidad económica mantendrán los precios accesibles en gran parte del municipio. La expectativa es que la recuperación continúe, pero sin abandonar las estrategias que permitieron sortear la temporada baja más compleja para el destino.