ÁNGEL CANUL / GRUPO CANTÓN
Kantunilkín.- En las últimas semanas, las familias de la zona sur del municipio de Kantunilkín han denunciado un alarmante aumento en los casos de extorsión telefónica. A pesar de los esfuerzos por frenar este delito, las víctimas afirman que los extorsionadores continúan operando con impunidad, utilizando diversas tácticas para intimidar y robar dinero a los ciudadanos.
Una madre de familia, identificada como Leydi, quien reside en la comunidad El Ideal, compartió su experiencia con este tipo de amenazas. Leydi explicó que muchos de los extorsionadores hacen llamadas desde teléfonos vinculados a centros penitenciarios, y en un inicio, amenazan con tener identificado a algún miembro de la familia. Después, exigen un depósito urgente en una cuenta bancaria, bajo la amenaza de hacerles daño si no cumplen con el pago en un plazo de 24 horas.
La situación se vuelve aún más complicada debido a que, una vez realizada la amenaza, los números telefónicos desde los cuales se hacen estas llamadas desaparecen automáticamente, lo que dificulta la posibilidad de rastrear a los responsables o de presentar una denuncia efectiva ante las autoridades.
Ante la creciente preocupación por este delito, Leydi y otros afectados han recurrido a bloquear y reportar las llamadas a la policía cibernética, aunque reconocen que este procedimiento muchas veces no da resultados inmediatos. A pesar de ello, la comunidad ha reiterado su llamado a las autoridades para mejorar la vigilancia y los mecanismos de respuesta ante estos casos.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana de la entidad, en ocasiones anteriores, ha emitido recomendaciones a la población para ser cautelosos con las llamadas telefónicas, especialmente aquellas que solicitan dinero o información personal. La dependencia también ha instado a los ciudadanos a reportar de inmediato cualquier intento de extorsión a la policía cibernética, quienes tienen la responsabilidad de monitorear y actuar ante estos delitos.
Sin embargo, las víctimas de extorsión sienten que aún falta mayor efectividad en los procesos de seguimiento y atención, ya que los números telefónicos utilizados por los extorsionadores cambian constantemente, lo que complica la tarea de las autoridades en su intento de erradicar este delito.
El fenómeno de la extorsión telefónica no es nuevo, pero en lo que va del año, su aumento ha generado una creciente alarma entre las familias de Kantunilkín, quienes exigen un mayor compromiso y acción por parte de las autoridades para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos.