Manuel Baeza / Grupo Cantón
Cancún.- La venta de pan de muerto ha experimentado un incremento del 40% en las panificadoras locales de Cancún, impulsada por la proximidad del Día de Muertos que se celebra el 2 de noviembre.
Este repunte inicial se registra en diversos negocios locales, que ofrecen variedades tradicionales a precios accesibles, inferiores a los de las grandes cadenas comerciales, atrayendo tanto a residentes como a turistas.
En negocios locales como La Candelaria, se elaboran piezas con ingredientes tradicionales como ajonjolí, azúcar y esencias de azahar, manteniendo recetas ancestrales que contrastan con las versiones industrializadas de supermercados.
Luis Armando Dzib, chef en La Candelaria, refiere que este pan no solo es un alimento, sino un símbolo cultural que une a las familias en los altares de muertos, y su demanda crece entre locales que buscan autenticidad y visitantes internacionales curiosos por las costumbres mexicanas.
“Mantenemos recetas tradicionales con ajonjolí o azúcar y azahar para que el sabor sea el de siempre, y eso es lo que la gente valora; esto nos motiva a producir más sin perder calidad”, afirmó.
En el contexto de Cancún, una urbe turística con fuerte influencia multicultural, las panaderías y negocios independientes juegan un papel crucial en la preservación de las costumbres mexicanas frente a la globalización.
Con ello, se impulsa no solo la economía local mediante el empleo de ingredientes regionales y mano de obra artesanal, sino también fomentando el intercambio cultural con visitantes que descubren el significado profundo del Día de Muertos.
En ese contexto, La Candelaria produce diariamente cientos de panes, adaptándose a presupuestos para todos los bolsillos sin sacrificar calidad.
Este enfoque ayuda a que tanto locales como los turistas aprendan sobre el significado del pan en los rituales de ofrenda, donde representa el cuerpo y el alma de los difuntos.