Santiago Rodas / Grupo Cantón
Cancún.- En un nuevo episodio que pone en evidencia la creciente audacia del crimen urbano en Cancún, un joven de apenas 20 años fue sorprendido saqueando una propiedad asegurada por la Fiscalía General del Estado, desafiando de forma directa a la autoridad.
El sujeto, identificado como Diego “N”, originario de Tabasco, fue detenido por los oficiales de la Secretaría Municipal de Seguridad Ciudadana y Tránsito tras ser sorprendido empujando un carrito de supermercado cargado con estructuras de aluminio sustraídas del inmueble.
Los hechos ocurrieron en la Supermanzana 63, donde policías municipales realizaban un patrullaje de rutina.
Al pasar por el predio, que había sido asegurado y marcado con sellos oficiales por la Fiscalía General de Quintana Roo FGE, los agentes notaron que los sellos de resguardo habían sido violados.
Justo en ese momento, el presunto responsable salió del lugar intentando huir con el botín, adoptando una actitud evasiva al notar la presencia policial.
Lo que parecía un simple robo se convirtió en un claro acto de desacato institucional: la violación de sellos oficiales representa un delito que compromete el respeto a los procesos legales, y evidencia lo endeble que puede resultar la presencia del Estado ante las acciones delictivas cotidianas.
Diego “N” fue detenido de inmediato y puesto a disposición del Ministerio Público, donde se definirá su situación jurídica.
El inmueble quedó nuevamente bajo resguardo, pero el incidente deja al descubierto una vulnerabilidad alarmante: ni los sellos de autoridad ni las medidas cautelares parecen intimidar a quienes ven en la ilegalidad una vía rápida de supervivencia.
La calle, una vez más, se impone como escenario donde la ley es desafiada, y la autoridad puesta a prueba.
