Manuel Baeza / Grupo Cantón
Cancún.- El obispo de la Diócesis de Cancún-Chetumal, monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, anunció que la Santa Sede ha aceptado su renuncia por límite de edad y que en los próximos días dará inicio el proceso de transición que culminará con la toma de posesión del nuevo prelado, Salvador González Morales lo que ocurrirá a más tardar a finales de enero o principios de febrero de 2026.
El prelado precisó que, una vez concluido el traspaso de responsabilidades, él asumirá el título de obispo emérito y quedará bajo la autoridad y las indicaciones del nuevo jerarca de la Iglesia católica en Quintana Roo, conforme a las normas canónicas establecidas para estos casos.
Señaló que seguirá radicando en Cancún en la Casa Cural en la avenida Bonampak.
Durante una entrevista ofrecida en la Catedral de Cancún, Elizondo Cárdenas hizo un balance de sus 21 años de servicio pastoral al frente de la diócesis, período en el que se registró un crecimiento exponencial tanto en infraestructura religiosa como en el número de sacerdotes y fieles.
Al recordar su llegada en 2004, el obispo señaló que en aquel momento la diócesis contaba apenas con 35 parroquias, mientras que actualmente supera las 70, lo que refleja el notable desarrollo demográfico y la expansión del catolicismo en todo el territorio quintanarroense.
De igual forma, destacó el incremento sustancial en el número de sacerdotes ordenados durante su gestión, aunque no ofreció una cifra exacta, y subrayó que este aumento ha permitido atender de manera más cercana las necesidades espirituales de una población que se ha multiplicado en los últimos dos decenios.
Uno de los logros más significativos que mencionó fue la creación y consolidación de un seminario menor y un seminario mayor propios de la diócesis, instituciones que garantizan la formación integral de los futuros presbíteros y aseguran la continuidad del clero local en los años venideros.
En relación con los proyectos de infraestructura, Elizondo Cárdenas se refirió a la remodelación y ampliación de la Catedral de Cancún, obra que se encuentra en proceso avanzado pero que, aclaró, no depende directamente de su gestión personal.
“La catedral no la está construyendo el obispo, la están construyendo los mismos laicos con su esfuerzo, su generosidad y su fe”, enfatizó el prelado, reconociendo públicamente el compromiso económico y organizativo de los fieles que han hecho posible este emblemático proyecto.
Monseñor Elizondo expresó su gratitud a sacerdotes, religiosos, religiosas y a toda la comunidad laica por el acompañamiento recibido durante más de dos décadas de trabajo pastoral conjunto, al tiempo que deseó al futuro obispo las mejores bendiciones para continuar guiando a la Iglesia en Quintana Roo.
Finalmente, el obispo pidió a los fieles seguir rezando por la diócesis y por el obispo electo, para que el relevo se realice en un clima de unidad, paz y renovado impulso evangelizador en una de las zonas de mayor crecimiento turístico y poblacional del país.