Paloma Wong / GRUPO CANTÓN
Chetumal.- Benito Juárez y Othón P. Blanco continúan siendo los municipios con mayor número de quejas presentadas ante la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo (CDHEQROO), en su mayoría por el ejercicio indebido de la función pública y la violación de los derechos de las personas privadas de la libertad.
Con la apatía de atención a los medios de comunicación, la presidenta de la CDHEQROO, Omega Ponce Palomeque se limitó a responder algunas de las preguntas realizadas, de las cuales dijo desconocer los detalles los temas que forman parte del último operativo y revisión aplicada en el Centro Penitenciario en Chetumal, además de evitar detenerse para los cuestionamientos.
Tras su llegada al Congreso del Estado a rendir su informe de labores, la presidenta de la Comisión siguió su paso e ingreso a la sala a esperar la llegada de los legisladores y posteriormente pasó al Pleno para iniciar con la rendición de cuentas.
Al inició presentó un vídeo, posteriormente dio un breve discurso y finalizó la rendición de cuentas con otro videoclip en el cual se dan a conocer los derechos de las infancias. Lo que sí tuvo durante su presentación fueron comentarios negativos en las redes sociales, además de ser señalada de hostigamiento laboral y discriminación.
Durante su informe dio a conocer que la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo ha recibido mil 441 quejas, de las cuales 568 pertenecen a Benito Juárez, 521 a Othón P. Blanco, 337 a Playa del Carmen, así como 73 a Tulum, 67 a Cozumel, 33 a Felipe Carrillo Puerto, 32 a Bacalar, además de 24 a Puerto Morelos, 18 a Lázaro Cárdenas, 12 a Isla Mujeres y 12 más a José María Morelos.
Los motivos principales son el ejercicio indebido de la función pública con 256 quejas, seguido de la violación a los derechos de las personas privadas de la libertad con 174, la prestación indebida del servicio público con 163 quejas, la detención arbitraria con 115 quejas, así como la violación al derecho de legalidad con 82 y 78 casos de tortura.
Lo que demuestra que no existe un programa enfocado para la atención y disminución de casos en la materia, pues cada año los motivos han sido similares.