Acusan expertos que los espacios para las obras interfieren con el flujo de agua, afectando al cauce y a la laguna
REDACCIÓN / GRUPO CANTÓN
CANCÚN.- Las obras del Tren Maya en Quintana Roo han sido señaladas de afectar de nuevo los humedales, en este caso el Estero de Chac, en el que los especialistas advierten que se afectará la Laguna de Bacalar, conocida por sus siete colores.
Guillermo DChristy, ambientalista y consultor en calida del agua, alertó de las afectaciones que se están generando en el estero Chac, donde presentó imágenes del radical cambio de coloración.
“Los cambios en coloración del agua en el estero Chac, parte del sistema lagunar de Bacalar, a partir de las obras del mal llamado Tren Maya son muy notorias”, lamentó el especialista.
Relató que los terraplenes que fueron creados para el paso de la maquinaria y los materiales, a fin de poder realizar las perforaciones para el hincado de los pilotes, han generado diversas afectaciones.
Una de las más graves es la interrupción del flujo de agua, lo que implica que al ser estero Chac un canal vital que conecta la Laguna de Bacalar con el Río Hondo, ha generado inundaciones.
“Esto ha llevado a inundaciones en las comunidades cercanas, con reportes de que algunas áreas han estado inundadas por más de 30 días, especialmente agravado antes de eventos como el huracán Beryl”, recordó el ambientalista.
Pero esta condición, reveló DChristy, se ha alterado el ecosistema, lo que podría impactar en el cambio de los majestuosos colores de la Lagua de los Siete Colores de Bacalar.
“La alteración del estero no solo ha tenido efectos ambientales, como la potencial pérdida de los colores característicos de la Laguna de Bacalar debido a la interrupción del flujo de agua, afectación a las colonias de estromatolitos sino que también ha afectado a las comunidades locales.
“Estas han enfrentado inundaciones, desplazamiento, y una especulación inmobiliaria que ha cambiado la dinámica social y económica de la región”, afirmó.
Reiteró que como han venido denunciando desde hace tiempo con las obras del Tren Maya, las obras no tienen los estudios requeridos que consideren el delicado entorno ecológico del sistema lagunar y de existir, hay una gran opacidad en torno a ellos.
“A estas afectaciones se suman las miles de hectáreas de selva desmontada al oeste de la Laguna de Bacalar para la agricultura por parte de la comunidad menonita, el aumento de embarcaciones con motor y la presión inmobiliaria”, advirtió.