El motivo es porque el castillo es demasiado caro para su conservación, mismo que podría ser considerado como de “cuento de hadas”.
El dueño es el príncipe Ernesto de Hannover de 35 años de edad, jefe de la casa Güelfa, perteneciente a una de las dinastías más nobles de Europa y heredero de varios inmuebles como este palacio de mediados del siglo XIX del que quiere deshacerse a toda costa.
El príncipe, dijo que era mejor venderlo para que alguien más lo conserve para el público del presente y el futuro.
El nuevo dueño del palacio real es la empresa Llemak Inmobilien, filial de Kosterkammer, misma que cumplió uno de los requisitos más importantes para adquirirlo: comprometerse a mantenerlo y renovarlo.
EL valor de la propiedad ascienda a unos 30 millones de euros, aunque hay expertos que dicen que podrían ser necesarios 60 millones solo para evitar que el inmueble se vuelva inservible.
El palacio cuenta con 135 habitaciones y desde 2004, el príncipe Ernesto no ha encontrado la manera de mantenerlo para evitar que se vaya a la ruina.
“Ya no podía seguir haciéndome cargo de los gastos,” dijo el noble a los medios locales.
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Esta nota incluye información de: Staff