Los autores del estudio son conscientes de que el tamaño de la muestra de su estudio es reducido, pues contaron con un número bajo de participantes. Sin embargo, tanto este como otros trabajos anteriores, desarrollados en ratones, apuntan a que vapear podría dañar el revestimiento de los vasos sanguíneos, facilitando la acumulación de placas en las arterias, con todos los peligros que eso conlleva. Está claro que no es la solución más sana para dejar de fumar.