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28 marzo, 2024

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Son los transgénicos veneno para la miel

El uso de la soya alterada ya ha afectado la producción apícola, incluido Quintana Roo.

CANCÚN, Q. Roo.- El titular de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, José Sarukhan dijo que el uso de la soya transgénica en la Península de Yucatán ya ha afectado la producción de miel, incluido Quintana Roo.

Por lo menos en Alemania, dijo, han detectado contaminación de miel por polen de soya transgénica y “le han bajado el precio”.

Quintana Roo y Yucatán son líderes en exportación de miel orgánica con más de 25,000 familias de apicultores que dependen de esta actividad.

El experto en biodiversidad dijo que la decisión final que se tome desde el gobierno sobre este tema necesariamente afectará a una de las dos partes involucradas, ya sea a los apicultores o a los que están a favor de la siembra de organismos genéticamente modificados.

Es un caso, dijo, que “tiene mucho que ver con elementos económicos-políticos para tomar una decisión de a quién quiero proteger. Y esta es una decisión que tiene que venir del gobierno”.

Se debe ponderar que las mejoras en producción y calidad de soya “de ninguna manera” pueden compensar el daño que se provocará a productores de miel en la Península de Yucatán. añadió.

“Sin embargo no se deben perseguir fantasmas y ser muy objetivos en este tema, pues hay otros cultivos como los del algodón en el norte del país, donde las siembras están alejadas de especies silvestres”, expuso.

No obstante, reconoció que nada garantiza que durante el transporte del algodón cosechado se pueda esparcir polen o partículas transgénicas a otras especies sin que este fenómeno esté plenamente identificado, ya que México carece de la capacidad de monitoreo para descartar o confirmar contaminación de organismos genéticamente modificados en otros especies.

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Cabe recordar que apenas hace unos días, el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural y Pesca (Sagarpa), José Eduardo Calzada Rovirosa, declaró también durante su participación en Cumbre Mundial de Biodiversidad (COP 13) que en caso de que las comunidades indígenas de la península de Yucatán se pronuncien en contra de la siembra de soya transgénica se cancelarán los permisos otorgados en 2012 a la trasnacional Monsanto.

Cabe recordar que en 2012, la Sagarpa dio permisos que abarcan un total de 23,500 hectáreas distribuidas en los estados de Yucatán, Campeche, Chiapas, norte de Veracruz, San Luis Potosí (la parte de la Huasteca),Tamaulipas y Quintana Roo.

Luego de varios meses, comunidades de Yucatán y Campeche lograron que se les admitiera la demanda de amparo en contra de los permisos a Monsanto, lo cual suspendió los permisos en las comunidades de Yucatán y Campeche que promovieron el amparo y las que denunciaron contaminación por polen de soya transgénica en sus tierras y zonas de producción de miel.

El miércoles 4 de noviembre de 2015 la Corte anuló los permisos en estas comunidades hasta que sometan a consulta pública la información y las afectaciones que esta actividad genera.

Calzada Rovirosa dijo que hasta que no concluyan las consultas que llevan más de un año a cargo de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), el gobierno federal no tomará una decisión definitiva al respecto, ya que es una convicción del gobierno federal de respetar íntegramente lo que las comunidades piensen sobre este tema.

Añadió que si los resultados de la consulta arrojan un rechazo de las comunidades a estos cultivos, se respetará su decisión y se cancelarán en definitiva los proyectos de siembra “particularmente de soya”, porque recordó que hay permisos otorgados en el norte del país para la siembra de algodón, “y esos no tienen ningún problema”.

Expuso también que en términos generales, hay un gran debate mundial sobre el uso de organismos genéticamente modificados, pero es una realidad que grandes productores de alimentos como Estados Unidos y Brasil ya los emplean.

“México está aún en un debate, científico. Nosotros queremos que ese debate se agote precisamente en la cancha de la ciencia y no necesariamente en la pista de la utilidad económica.

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Que sea la ciencia la que se exprese y con respecto a eso se tomará una decisión”. (Jesús Vázquez / QUINTANA ROO HOY)

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