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23 abril, 2024

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Nomofobia

Si se consulta el teléfono inteligente 34 veces o más al día, es muy probable que sea un caso de nomofobia, eso es lo que indican las estadísticas de las personas que usan smartphone.

Sentir ansiedad o una infundada sensación de incomunicación cuando se ha quedado sin batería en el teléfono celular, se haya olvidado en casa o no tenga señal, se le llama nomofobia.

También cuando el usuario del móvil se encuentra con amigos en alguna reunión y prefiere enviar mensajes a otra persona que está ausente, o el simple hecho de estar en una reunión y dejar el teléfono justo a un costado muy a la mano para ser revisado y también cuando se está en el cine o viendo televisión y con frecuencia se revisa el teléfono con cualquier pretexto.

La nomofobia es el miedo irracional a estar sin teléfono celular o la codependencia a éste, en muchas ocasiones sin darse cuenta o más aun sin aceptarlo, buscando siempre justificantes o alejándose a un lugar privado para poder consultar el teléfono, simulando ir al baño, a la recámara o algún lugar diferente al de los demás, para evitar que se haga la observación o se prohíba el uso del móvil.

La nomofobia es considerada un trastorno, difícilmente aceptado por quien lo padece y según los expertos, el nomofóbico suele ser una persona insegura y de baja autoestima con síntomas muy claros como sensación de ansiedad, taquicardias, pensamientos obsesivos, dolor de estómago o cabeza. Las mujeres son quienes más la padecen como una necesidad comunicativa y afectiva, sin que sea exclusivo porque también hay muchos hombres que padecen este trastorno y normalmente es en los adolescentes.

Como todo trastorno, el primer paso para poder ayudar o ayudarse es reconociendo que existe, al ser consciente y detectar si se tiene alguno de los síntomas antes mencionados y empezar a trabajar en ellos poco a poco, con la finalidad de evitar que se convierta en una adicción y provoque otro tipo de consecuencias, como se ha predicho por otros estudiosos, tales como molestias en las manos o dedos con los cuales se usa más el teléfono, dolores de espalda o cuello. Como dice el dicho: “nada con exceso, todo con medida”.

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