Un niño de siete años declaró frente a la cámara del teléfono de su hermana que tiene ganas de morir y encontrarse con Dios, con tal de no volver a ser golpeado por un compañero de la escuela. Sus palabras conmocionaron a toda Francia.
“Hola, soy Charlie, tengo siete años, voy al colegio Notre Dame de Verdún. Desde hace algún tiempo, un niño que se llama Nathan me pega todo el rato y ahora le pega también a mi hermano pequeño. Estoy harto de ese niño. Quiero que deje de pegarme todos los días. Quiero encontrarme con Dios para siempre y que él deje de pegarme”, dice.
El clip fue publicado en el perfil de Facebook de su hermana y aunque tiempo después fue eliminado, ya se había viralizado y Charlie se había convertido involuntariamente en el rostro viral del acoso escolar.
C’est vraiment horrible, à l’âge de 7 ans il pense déjà mourrir, à quel moment ça vous viens à l’idée d’harceler une personne au point de la détruire ?! pic.twitter.com/E1aU8EwIwB
— 〽️anue (@Manue_aldc) 6 de noviembre de 2018
Según cuenta su madre, la directora del Colegio ha hecho lo que puede, pero el menor continúa siendo golpeado a falta de vigilancia total.
“Hace ya más de un año que Charlie empezó a llegar a casa quejándose; traía los cordones arrancados, el abrigo desgarrado, moratones… Cuando le preguntaba qué había pasado, me decía que se había caído. No tenía apetito y a veces me decía que no quería ir al colegio”.
Tristemente, “hay una gran diferencia entre la sensación del niño y la realidad judicial”, explica el abogado de la familia, pues los hechos que se han probado en la investigación no son suficientes para calificarlos de acoso.