REDACCIÓN / GRUPO CANTÓN
Kiev, Ucrania.- El presidente ucraniano Volodimir Zelenski anunció este sábado que el Ejército de Ucrania está reforzando sus posiciones en la región de Kursk, más de diez días después de iniciar una gran ofensiva en territorio ruso. En un mensaje publicado en Telegram, Zelenski informó sobre los avances en la región y el fortalecimiento de las posiciones de las fuerzas ucranianas.
“El general Oleksander Sirski informó sobre el fortalecimiento de las posiciones de nuestras fuerzas en la región de Kursk y la extensión del territorio estabilizado”, escribió Zelenski al término de una reunión con el comandante en jefe del Ejército ucraniano. El presidente también destacó la importancia de la incursión en Kursk para reponer el “fondo de intercambio” necesario para la recuperación de militares ucranianos hechos prisioneros por Rusia.
Desde el inicio de la ofensiva en Kursk, Ucrania ha logrado capturar un significativo número de prisioneros. El jueves, el Ejército ucraniano capturó a 102 militares rusos, la mayor cantidad de prisioneros que Kiev ha reivindicado en una sola jornada desde el comienzo de la guerra en febrero de 2022. La ofensiva ha permitido a Ucrania controlar hasta 1.150 kilómetros cuadrados de territorio ruso.
Por otro lado, Moscú ha afirmado que ha hecho retroceder a las fuerzas ucranianas cerca de tres localidades en Kursk y que el Ejército ruso continúa avanzando en las regiones ucranianas de Járkov, Donetsk y Lugansk. El Ministerio de Defensa ruso reportó mejoras en las posiciones tácticas de sus tropas y la ocupación de alturas y posiciones más favorables. En su parte de guerra diario, el Ministerio indicó que las unidades rusas habían repelido ataques de brigadas ucranianas en varias áreas y causado bajas en seis brigadas ucranianas.
Además, el Ministerio de Defensa ruso advirtió que responderá “inmediatamente y con firmeza” ante cualquier posible ataque ucraniano contra las centrales nucleares de Zaporiyia y Kurchátov. Moscú acusó a Ucrania de preparar ataques contra estas instalaciones con el objetivo de culpar a Rusia, calificando la situación como una posible “provocación”.
La intensificación de las hostilidades en la región de Kursk y el aumento en las capturas de prisioneros destacan la creciente tensión en el conflicto y la determinación de ambas partes de avanzar en sus objetivos estratégicos.