Redacción / Grupo Canton
Ciudad de Mexico,.-El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, rechazó este jueves (20 de marzo de 2025) en Oslo que la central nuclear de Zaporiyia, actualmente ocupada por Rusia, pase a ser propiedad de Estados Unidos en el marco de las negociaciones de paz.
Zelenski aclaró en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, que Ucrania está dispuesta a debatir sobre posibles inversiones de Estados Unidos para modernizar la central nuclear, pero reiteró que no se discutirá la propiedad de la misma. “Todas las centrales nucleares son de propiedad estatal y pertenecen al pueblo de Ucrania. No podemos hablar de su transferencia”, afirmó el presidente ucraniano.
Previamente, Zelenski había mencionado en una rueda de prensa, tras una conversación telefónica con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que estaría dispuesto a aceptar que Estados Unidos asumiera el control de la planta si Ucrania recuperara el territorio. La Casa Blanca, horas antes, había informado que ambos líderes discutieron la posibilidad de que Estados Unidos tomara la propiedad de las instalaciones nucleares ucranianas como medida para asegurar su seguridad.
En otro tema, Zelenski anunció que las delegaciones de Ucrania y Estados Unidos se reunirán el próximo lunes en Arabia Saudita para discutir una posible tregua en los ataques entre Moscú y Kiev, particularmente en lo que respecta a la infraestructura energética. Este anuncio fue hecho poco después de que el Kremlin confirmara que también se celebrarán reuniones entre funcionarios rusos y estadounidenses en Arabia Saudita ese mismo día.
Estas conversaciones forman parte de los esfuerzos del presidente estadounidense, Donald Trump, por lograr un cese de los combates en Ucrania, más de tres años después del inicio de la invasión rusa. Zelenski destacó que las reuniones entre las delegaciones ucraniana y estadounidense serán separadas de los encuentros entre representantes rusos y estadounidenses, que se centrarán en los términos para un alto el fuego en los ataques a la infraestructura energética.
