Internacional.- El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió a los periodistas este martes con una propuesta controvertida: cambiar el nombre del Golfo de México a “Golfo de América”. En sus declaraciones, Trump argumentó que este nuevo nombre sería más apropiado y reflejaría mejor la relación entre ambos países.
“Vamos a cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de América. Qué hermoso nombre. Y es apropiado. Es apropiado”, afirmó Trump. Además, el presidente electo criticó duramente a México por lo que consideró un aprovechamiento de Estados Unidos en materia comercial y migratoria. “México tiene que dejar de permitir que millones de personas lleguen a nuestro país”, agregó, refiriéndose a la migración irregular desde América Latina hacia Estados Unidos.
Estas declaraciones se dieron en un contexto de crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos, México y Canadá. Trump ha expresado en diversas ocasiones su preocupación por el déficit comercial de Estados Unidos con ambos países y ha prometido imponer aranceles elevados como medida para contrarrestar lo que considera prácticas comerciales desleales.
Trump también continuó sus críticas hacia México, calificando al país como un “lugar muy peligroso”, aludiendo a la influencia de los cárteles de drogas. En sus comentarios, el presidente electo subrayó la necesidad de que México tomara medidas más estrictas para controlar la migración hacia Estados Unidos y abordó nuevamente el tema de las políticas migratorias de ambos países vecinos.
En relación a Canadá, Trump se mostró crítico del gobierno saliente de Justin Trudeau y sugirió, en tono provocador, que Canadá podría unirse a Estados Unidos tras el anuncio de la renuncia del primer ministro canadiense.
“Tal vez Canadá debería unirse a nosotros, ¿por qué no?”, dijo Trump, generando incertidumbre sobre las relaciones diplomáticas entre ambos países.
El Golfo de México, que abarca más de 1.6 millones de kilómetros cuadrados, es una de las principales masas de agua del mundo, ubicada entre la costa este de Estados Unidos, México y el Caribe. Su nombre ha sido utilizado desde que los europeos trazaron mapas de la región en el siglo XVI, y se ha mantenido vigente hasta hoy como referencia geográfica y cultural.
La propuesta de Trump para cambiar su nombre a “Golfo de América” podría generar controversia, especialmente por el fuerte simbolismo que tiene el nombre actual para muchos en la región. Además, las tensiones entre los países involucrados en este debate comercial y diplomático podrían intensificarse si la propuesta fuera considerada formalmente.
Este episodio marca otro capítulo en las tensas relaciones entre Estados Unidos y sus vecinos, México y Canadá, en el contexto de una presidencia de Trump marcada por el nacionalismo económico y un enfoque duro hacia la inmigración.