Redacción / Grupo Cantón
EUA.- El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, llegó hoy a Mar-a-Lago para una cumbre clave con el presidente estadounidense Donald Trump, en medio de un aumento de los ataques rusos y los intensos esfuerzos diplomáticos por poner fin al conflicto en Ucrania.
A su llegada, ambos líderes se estrecharon la mano, mientras Zelensky vestía una chaqueta para la ocasión. Trump, quien actúa como interlocutor central en estas negociaciones, afirmó que tanto Zelensky como el presidente ruso, Vladimir Putin, “quieren llegar a un acuerdo”. También señaló que Putin “es muy serio sobre la paz” y anunció que volverá a comunicarse con él tras su reunión con el mandatario ucraniano.
“Creo que estamos en la fase final de las conversaciones. Veremos si se llega a un acuerdo o si el conflicto continuará por mucho tiempo”, declaró Trump, asegurando que Ucrania recibiría garantías de seguridad “fuertes” que involucrarán activamente a Europa en caso de concretarse un plan de paz.
Desde Moscú, el consejero presidencial ruso Yuri Ushakov indicó que Rusia y Estados Unidos comparten una visión similar sobre las propuestas de alto el fuego temporal promovidas por Ucrania y Europa, que según él solo “prolongan el conflicto” y podrían derivar en la reanudación de hostilidades. Ushakov confirmó que la reciente llamada entre Trump y Putin fue solicitada por Estados Unidos y que ambos líderes acordaron mantener otra conversación tras la cumbre con Zelensky.
El consejero ruso destacó que la paz en Ucrania depende de una “decisión política valiente y responsable” de Kiev sobre el Donbás, de acuerdo con los acuerdos ruso-estadounidenses. También reveló que Putin aceptó la propuesta estadounidense de crear dos grupos de trabajo conjuntos: uno centrado en seguridad y otro en economía, con más detalles previstos para enero.
Antes de la reunión, Trump calificó su llamada con Putin como “constructiva”, mientras que el portavoz presidencial ucraniano, Serhiy Nykyforov, anunció que Zelensky y Trump mantendrán posteriormente una conversación con líderes europeos. Kirill Dmitriev, enviado del Kremlin en Estados Unidos, también describió la llamada como “muy productiva”.
La cumbre se desarrolla en medio de uno de los ataques más intensos sobre Kiev en meses: casi 500 drones y cerca de 40 misiles en diez horas, que dejaron dos muertos, decenas de heridos y más de un millón de hogares sin electricidad ni calefacción. Antes de viajar a Florida, tras hacer escala en Canadá y mantener conversaciones con aliados europeos, Zelensky denunció que los bombardeos “muestran la verdadera actitud de Putin y su entorno: ninguna voluntad de poner fin a la guerra”.
En paralelo, Putin advirtió que la operación podría continuar por la fuerza si Kiev no resuelve el conflicto pacíficamente, instando a los ucranianos a retirarse de los territorios reclamados por Moscú.
Los ataques, que incluyen la toma de Myrnohrad y Huljaipole, generaron fuertes reacciones internacionales; Varsovia, en particular, movilizó cazas y condenó los bombardeos “a pesar de la disposición de Zelensky a hacer concesiones”.
El respaldo de la Unión Europea y Estados Unidos sigue siendo crucial. Tras la cumbre en Mar-a-Lago, Zelensky se comunicará nuevamente con los líderes europeos. El paquete de 90.000 millones de euros aprobado por la UE el 18 de diciembre refuerza su apoyo, mientras Ursula von der Leyen y Antonio Costa reiteraron el objetivo de una “paz justa y duradera que preserve la soberanía e integridad territorial” de Ucrania, prometiendo mantener la presión sobre el Kremlin y acompañar a Kiev hacia su adhesión a la Unión Europea.