Redacción / Grupo Cantón
Mundo.- El mandatario culpa a Pekín del estancamiento comercial y confirma un encuentro con Xi Jinping, mientras crece la tensión por el control de tierras raras.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció este viernes que su propuesta de imponer un arancel del 100% a los productos chinos “no es sostenible”, aunque justificó la medida como una respuesta obligada frente a las políticas de exportación del gobierno de Pekín.
“Me obligaron a hacerlo”, afirmó Trump durante una entrevista con Fox Business Network, refiriéndose a la reciente decisión de China de endurecer el control sobre las exportaciones de tierras raras, materiales clave para la industria tecnológica, en la que China tiene un dominio global.
La semana pasada, el mandatario anunció que a partir del 1 de noviembre se implementarán los nuevos aranceles y se establecerán restricciones a la exportación de software crítico. Esto coincide con la fecha en que expira una pausa arancelaria acordada previamente entre ambos países.
La reacción de Trump fue una respuesta directa a la ampliación de los controles chinos, lo que ha tensado aún más las ya frágiles relaciones comerciales entre las dos potencias. Según la Agencia Internacional de Energía, China controla el 60% de la producción mundial de tierras raras y más del 90% del refinado. En tanto, el 70% de las importaciones estadounidenses de estos elementos provienen del país asiático.
Pese a las crecientes tensiones, Trump confirmó que se reunirá con el presidente chino, Xi Jinping, en Corea del Sur dentro de dos semanas. El encuentro había sido puesto en duda días atrás, pero ahora el mandatario estadounidense expresó admiración por el líder chino y dijo confiar en llegar a un “acuerdo justo”.
“Creo que vamos a estar bien con China, pero tiene que ser justo”, afirmó en el programa Mornings with Maria.
No obstante, apenas un día antes, Trump había declarado que EEUU ya enfrenta una “guerra comercial” con China. Esto marcó un giro en su discurso, apenas horas después de que su secretario del Tesoro, Scott Bessent, sugiriera extender la actual pausa arancelaria si Pekín reconsidera sus nuevas restricciones.
“¿Es posible que podamos alargar el plazo a cambio? Quizás. Pero todo eso se negociará en las próximas semanas”, dijo Bessent en una rueda de prensa en Washington.
El representante comercial de EEUU, Jamieson Greer, también indicó que las conversaciones con China están en curso y que el desenlace dependerá de los próximos pasos de Pekín.
“No podemos permitir que China mantenga un régimen de control que les dé poder de veto sobre las cadenas de suministro tecnológicas globales”, advirtió.