El candidato presidencial republicano Donald Trump anunció que, de ganar las elecciones del 5 de noviembre contra la vicepresidenta demócrata Kamala Harris, impondrá un arancel del 100% a cada automóvil que cruce la frontera desde México hacia Estados Unidos.
En un discurso en Georgia, Trump declaró: “La única manera de evitar este arancel es construir una planta aquí mismo, en Estados Unidos, con ustedes operando esa planta”. Trump presentó una serie de incentivos para atraer a empresas extranjeras, especialmente del sector automotriz, a trasladar sus operaciones a Estados Unidos. Estos incentivos incluyen impuestos bajos, menos regulaciones y la creación de zonas especiales para la manufactura en terrenos federales.
“Quiero que las empresas automovilísticas alemanas se conviertan en empresas automovilísticas estadounidenses. Quiero que construyan sus plantas aquí”, afirmó el candidato republicano, apuntó el candidato republicano.
Durante su discurso en Savannah, un importante puerto y centro de fabricación de automóviles en Estados Unidos, Trump destacó que su plan económico busca un renacimiento de la manufactura. Prometió que las empresas que trasladen su producción a Estados Unidos serán recompensadas con exenciones fiscales para investigación y desarrollo y la posibilidad de amortizar la maquinaria pesada durante el primer año. Además, planea nombrar un embajador mundial de la industria manufacturera para persuadir a los fabricantes extranjeros de mudarse al país.
Trump advirtió que las empresas que no fabriquen en Estados Unidos enfrentarán aranceles significativos cuando intenten vender sus productos en el mercado estadounidense. Previamente, amenazó con imponer un arancel del 200% a las importaciones de John Deere si la empresa traslada su producción a México, como tiene planeado.