Desde ayer sábado, millones de estadounidenses seguían sin electricidad tras el paso del devastador huracán Helene, cuyas fuertes lluvias y vientos han impactado los estados del este y medio oeste del país, dejando un saldo trágico de al menos 56 muertes.
Los equipos de rescate se encuentran trabajando arduamente para restablecer el suministro eléctrico y mitigar las consecuencias de las inundaciones masivas, que han arrasado con viviendas, carreteras y negocios en diversas localidades. Carolina del Sur ha sufrido la mayor pérdida, con 23 muertes reportadas, seguidas de 17 en Georgia y 11 en Florida.
El presidente Joe Biden expresó su profunda tristeza por la devastación y las pérdidas humanas causadas por el huracán. “Estoy profundamente entristecido por las pérdidas humanas y la devastación. El camino hacia la recuperación será largo”, aseguró en un comunicado.
Las autoridades continúan monitoreando la situación y brindando apoyo a las comunidades afectadas, mientras se preparan para enfrentar los desafíos que se avecinan en el proceso de reconstrucción.