El Senado de la República aprobó este miércoles una reforma que declara el 1 de octubre como día de descanso obligatorio cada seis años, coincidiendo con la transmisión del Poder Ejecutivo Federal. Esta modificación, avalada por 116 votos a favor y ninguno en contra, armoniza la Ley Federal del Trabajo (LFT) con el artículo 83 de la Constitución mexicana.
El objetivo de esta reforma es reconocer y fomentar la participación ciudadana de trabajadoras y trabajadores durante este proceso clave para el país. Además, se subraya la importancia de facilitar la transición del poder en un ambiente de estabilidad y respeto al tiempo de los ciudadanos.
El dictamen ahora será turnado a la Cámara de Diputados para su análisis y eventual aprobación. Se espera que la propuesta avance sin dificultades, dado que Morena, el partido en el poder, cuenta con mayoría en dicha cámara.
Este cambio se produce en un contexto histórico para México, ya que el presidente Andrés Manuel López Obrador concluirá su mandato el lunes 30 de septiembre, y el 1 de octubre, Claudia Sheinbaum Pardo asumirá la presidencia, convirtiéndose en la primera mujer en liderar el Ejecutivo federal.
Cabe destacar que este relevo presidencial será el primero en realizarse el 1 de octubre, tras una reforma constitucional que cambió la fecha de la toma de posesión, previamente establecida el 1 de diciembre. El cambio tiene como objetivo permitir al nuevo presidente gestionar de manera más eficiente el presupuesto federal del siguiente año, entre otras razones estratégicas.