Redacción / Grupo Cantón
Mundo.- Trece años después de abandonar el Palacio del Elíseo, el expresidente francés Nicolás Sarkozy ingresó este martes en la prisión de La Santé, en París, tras ser condenado por corrupción y asociación delictiva. Con ello, se convierte en el primer jefe de Estado de la Quinta República francesa en ser encarcelado.
La condena más grave —cinco años de prisión, dos de ellos firmes— está vinculada con la financiación ilegal de su campaña presidencial de 2007, la cual presuntamente recibió recursos del régimen libio de Muamar Gadafi. Pese a haber apelado, el tribunal ordenó su ingreso inmediato a prisión debido a la “gravedad” de los cargos.
“No le tengo miedo a la cárcel. Mantendré la cabeza alta, incluso frente a las puertas de La Santé”, afirmó el domingo, en un mensaje que conmocionó a Francia, donde la figura presidencial mantiene una autoridad casi simbólica. “La verdad triunfará”, escribió también en sus redes sociales, aunque advirtió que el “precio a pagar” por probar su inocencia será “devastador”.
La condena que hoy lo lleva tras las rejas no es la única. Sarkozy ha recibido ya otras dos sentencias, una de ellas firme, por corrupción y tráfico de influencias, que lo obligó a portar un brazalete electrónico a principios de 2025. Aún espera la resolución del Tribunal Supremo sobre su campaña de 2012, con veredicto previsto para el 26 de noviembre.
Abogado de formación, Sarkozy fue un político precoz que ascendió rápidamente en la derecha francesa, apoyado por Jacques Chirac, de quien posteriormente se distanciaría. Alcanzó la presidencia en 2007 como una figura conservadora fuerte, capaz de atraer votos de la ultraderecha. Pero su imagen se desgastó tras la crisis económica de 2008 y por sus vínculos con las élites económicas, lo que contribuyó a su derrota en 2012 frente al socialista François Hollande.
Desde entonces, su influencia política fue menguando, especialmente tras perder las primarias de 2016. Hoy, su figura permanece envuelta en escándalos y procesos judiciales que eclipsan su legado.
Casado con la exmodelo y cantante Carla Bruni, Sarkozy, padre de cuatro hijos, aseguró en redes sociales que no se rendirá: “Mantendré la cabeza alta”.