Redacción / Grupo Cantón
Roma.– Una parte de la Torre dei Conti, una histórica estructura medieval ubicada en pleno centro de Roma, colapsó este lunes durante trabajos de restauración, lo que dejó a cinco operarios atrapados. El primer derrumbe ocurrió alrededor de las 11:20 horas locales y provocó que uno de los trabajadores resultara gravemente herido y fuera trasladado a un hospital. Otros tres quedaron suspendidos en los andamios y fueron rescatados por los bomberos. Un quinto operario, de nacionalidad rumana, permanecía atrapado entre los escombros, aunque consciente y en comunicación con los rescatistas.
Minutos después del accidente inicial, una camarera de un restaurante cercano relató que escuchó un fuerte estruendo antes de ver caer a uno de los trabajadores. Cerca de hora y media más tarde, mientras continuaban las labores de rescate del último operario, se registró un segundo colapso en la estructura. A pesar del desprendimiento adicional y de la densa nube de polvo que cubrió el lugar, no se reportaron heridos entre los equipos de emergencia ni los civiles presentes.
Al sitio acudieron tres unidades de bomberos con escaleras mecánicas y equipos especializados en rescate en estructuras colapsadas. Las autoridades acordonaron toda la zona alrededor de los Foros Imperiales y la Piazza Venezia, como medida de seguridad ante posibles nuevos derrumbes. El trabajador que sigue atrapado se encuentra en el primer piso de la torre, responde a los llamados y colabora con los rescatistas, quienes intentan alcanzarlo a través de una pequeña ventana lateral.
La Torre dei Conti, construida originalmente entre 1203 y 1204 por orden del papa Inocencio III, fue en su momento uno de los edificios más altos de Roma, con entre 50 y 60 metros de altura. Hoy solo conserva un tercio de su estructura original debido a los daños provocados por terremotos entre los siglos XIV y XVII. Abandonada desde 2006, la torre había mostrado signos de deterioro, lo que motivó un proyecto de restauración impulsado por el Ayuntamiento de Roma y la Superintendencia, enfocado en asegurar su estabilidad. El derrumbe reaviva el debate sobre la conservación del patrimonio histórico en la capital italiana.