Redacción / Grupo Cantón
Río de Janeiro.- La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos expresó su “horror” ante la macrooperación policial en Río de Janeiro, que dejó al menos 64 personas muertas, la cifra más alta registrada en una acción de este tipo en la ciudad. Sin embargo, medios locales advierten que el número podría duplicarse, tras el hallazgo de unos 60 cuerpos adicionales en una favela donde autoridades de Defensa Civil continúan las labores de recuperación.
El alto comisionado de la ONU, Volker Türk, instó a las autoridades brasileñas a investigar de forma rápida y efectiva las muertes y recordó sus obligaciones en materia de derechos humanos internacionales. La organización advirtió que esta intervención refuerza una tendencia de operaciones violentas en comunidades marginadas de Brasil, particularmente en Río.
La ofensiva, dirigida contra el Comando Vermelho, movilizó a unos 2,500 agentes para ejecutar más de 100 órdenes de arresto en los complejos de favelas Alemão y Penha, ubicados en la zona norte de la ciudad. Según el último reporte, entre los fallecidos figuran 60 presuntos sospechosos y cuatro policías, además de varios heridos entre agentes y civiles.
Tras la operación, las calles de Río de Janeiro quedaron vacías y la ciudad vivió una noche de tensión e incertidumbre. Zonas tradicionalmente llenas de vida, como Vila Isabel, Laranjeiras y Botafogo, permanecieron desiertas, con bares, restaurantes y comercios cerrados. Hacia la madrugada, las autoridades informaron la reapertura de las principales vías, aunque el ambiente en la capital carioca seguía marcado por el miedo y la conmoción.