Internacional.- El parlamento del Líbano eligió el jueves al comandante del ejército, Joseph Aoun, como presidente, poniendo fin a más de dos años de vacío presidencial. Su elección se produce en un contexto delicado para el país, que busca reconstruirse tras una guerra de 14 meses con Hezbollah y enfrenta una crisis económica profunda.
Aoun, de 60 años, fue elegido en una sesión legislativa que finalmente logró llenar el puesto dejado por Michel Aoun, cuyo mandato terminó en octubre de 2022. El nuevo presidente fue ampliamente apoyado por Estados Unidos y Arabia Saudita, actores clave para la recuperación del Líbano.
La elección fue el resultado de la retirada del candidato respaldado por Hezbollah, Suleiman Frangieh, quien anunció su apoyo a Aoun, allanando el camino para su victoria. Aunque no alcanzó la mayoría de dos tercios en la primera ronda, Aoun recibió 99 votos en la segunda, asegurando su ascenso al cargo. Hezbollah, que inicialmente mostró resistencia, finalmente aceptó la elección, aunque con la intención de mostrar su relevancia política.
Joseph Aoun, quien fue jefe del ejército desde 2017, asumirá el cargo en un momento crítico para el Líbano, un país sumido en una grave crisis económica y con una infraestructura devastada. En su discurso de aceptación, el nuevo presidente prometió trabajar por la recuperación del país, mejorar el sistema judicial, luchar contra la corrupción y fortalecer el control sobre las armas de grupos no estatales, como Hezbollah.
Aoun también reiteró el compromiso del país con la reconstrucción de los territorios afectados por el conflicto con Israel, específicamente en el sur del Líbano. En un contexto en el que la política libanesa está marcada por el reparto sectario del poder, el nuevo presidente deberá navegar las complejidades internas del país, incluidas sus relaciones con Hezbollah, cuyo apoyo sigue siendo crucial.
La elección de Aoun llega en un momento clave para el Líbano, que, además de enfrentar la reconstrucción de infraestructuras, busca avanzar con las reformas necesarias para acceder a un paquete de rescate del Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, el desafío principal del nuevo presidente será equilibrar las demandas internas y las presiones internacionales para restaurar la estabilidad política y económica del país.
La comunidad internacional espera que Aoun, con el respaldo de potencias como Estados Unidos y Arabia Saudita, logre las reformas necesarias y reactive el proceso de reconstrucción, aunque los analistas advierten que tendrá que lidiar con las complejidades políticas y sociales que históricamente han caracterizado al Líbano.
