Mundo.- Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron este jueves la recepción de dos ataúdes entregados por la Cruz Roja en la Franja de Gaza, que contendrían los cuerpos de dos personas secuestradas por Hamas. Según fuentes oficiales, las tropas inspeccionarán los féretros antes de cubrirlos con banderas israelíes y realizar una breve ceremonia dirigida por un rabino militar. Posteriormente, los restos serán trasladados al Instituto Nacional de Medicina Forense Abu Kabir, en Tel Aviv, donde se llevará a cabo la identificación formal.
El convoy con los ataúdes cruzó la frontera desde Gaza hacia Israel escoltado por fuerzas militares. En el recorrido también participaron representantes del ejército y familiares de las personas secuestradas, que aguardan con expectación la confirmación de las identidades. A través de un comunicado, las FDI pidieron respeto y prudencia ante la situación, solicitando esperar la verificación oficial antes de divulgar los nombres de las víctimas. “La identificación será comunicada primero a las familias”, señalaron.
Hasta ahora, sin contar los dos cuerpos recién entregados, Hamas ha devuelto los restos de 15 de los 28 rehenes fallecidos que se comprometió a entregar como parte del acuerdo de tregua negociado por Estados Unidos con Israel. Sin embargo, la frágil calma se ha visto amenazada por nuevos episodios de violencia. Durante la noche del martes al miércoles, Israel lanzó una oleada de ataques sobre Gaza, en respuesta a un tiroteo que dejó un soldado israelí muerto en el sur del territorio palestino.
La agencia de defensa civil de Gaza, bajo la autoridad de Hamas, informó que los bombardeos dejaron más de 100 personas muertas, entre ellas decenas de niños, en la peor noche desde la entrada en vigor del alto el fuego el pasado 10 de octubre. Aunque Israel aseguró el miércoles que busca “reafirmar el alto el fuego”, las tensiones persisten. Hamas, por su parte, negó su implicación en el ataque de Rafah y advirtió que cualquier nueva escalada podría dificultar la recuperación de los cuerpos de los rehenes, manteniendo así la incertidumbre sobre el cumplimiento del acuerdo humanitario.