REDACCIÓN / GRUPO CANTÓN
Bucarest.- El nuevo Gobierno de centro-izquierda de Rumanía, encabezado por el socialdemócrata Marcel Ciolacu, ha sido aprobado este lunes por el Parlamento con un mensaje de estabilidad económica y la promesa de no aplicar medidas de austeridad en medio de la crisis económica que atraviesa el país. En su intervención ante los legisladores, Ciolacu advirtió que 2025 será un año económico difícil debido a la crisis que afecta a los países desarrollados, pero subrayó que su administración se enfocará en impulsar el entorno empresarial y proteger el poder adquisitivo de los ciudadanos.
El Gobierno, que recibió el apoyo de 240 de los 450 diputados y senadores presentes, se compromete a reducir la carga fiscal sobre los salarios, especialmente para los trabajadores con menores ingresos y aquellos con hijos. Además, ha prometido facilitar el acceso a la vivienda para las familias jóvenes como parte de un esfuerzo por abordar los problemas demográficos del país.
En cuanto a la coalición de gobierno, el Partido Social Demócrata (PSD) ha mantenido su alianza con el Partido Nacional Liberal (PNL) y ha incorporado al UDMR, partido que representa a la minoría húngara. Este bloque sumará 176 de los 331 diputados y 74 de los 134 senadores en el nuevo Congreso.
En su plan de gobierno, Ciolacu también ha asegurado que la nueva administración se enfocará en detener la inflación y facilitar medidas que favorezcan a las clases más vulnerables. Sin embargo, desde el PNL se ha señalado que también será necesario reducir el gasto público para equilibrar la economía.
Uno de los primeros retos del nuevo Gobierno será la convocatoria de nuevas elecciones presidenciales, luego de que el Tribunal Constitucional anulara las elecciones del 6 de diciembre debido a sospechas de injerencia extranjera en favor de Călin Georgescu, el ultranacionalista que ganó la primera vuelta. Para estos comicios, los partidos de la coalición de gobierno han acordado presentar a Crin Antonescu, exlíder del PNL, como candidato presidencial.
Pese a la aprobación del Gobierno, la crisis económica y el descontento popular continúan marcando el panorama político, donde partidos populistas y extremistas han ganado terreno, acusando al nuevo Gobierno de irregularidades en su formación y criticando su rapidez en la aprobación de los ministros.
La situación económica, la corrupción persistente, y el temor por la guerra en Ucrania continúan siendo los principales retos para la estabilidad del país en el próximo año.
